Los preparativos para la puesta en servicio de la línea de alta velocidad ferroviaria entre Olmedo y Zamora llevan en las últimas semanas un ritmo vertiginoso, hasta tal punto de que algunas fuentes indican que incluso podría llevarse a cabo la inauguración oficial del tramo antes de que tal acto esté prohibido por la normativa electoral, es decir, 55 días antes de los comicios generales del 20 de diciembre, lo que colocaría al lunes 26 de octubre como fecha límite.

El Ministerio de Fomento aún no ha definido ninguna fecha para la puesta en servicio de la línea, y mucho menos para la inauguración. De hecho, la única previsión es poner en servicio la infraestructura cuando se termine aunque no se pueda realizar actos inaugurales. Sin embargo, en estos momentos todo estaría ya muy avanzado y el ritmo de los detalles que faltan parece aventurar que se podría estar a tiempo sin superar la fecha límite de las inauguraciones.

La línea en sí está totalmente finalizada. El primer convoy que pasó por el tramo de 95 kilómetros de longitud fue el tren laboratorio de ADIF, el pasado 8 de octubre. Pocos días más tarde, el 14, llegaba a la estación de Zamora, por primera vez en la historia un tren de tracción eléctrica, el Alvia de la serie 730, el primer modelo de tren comercial que circuló por la vía de alta velocidad. Se trata del mismo modelo de tren que hace el recorrido entre Madrid y Galicia en la actualidad, conocido como híbrido, porque es capaz de circular por línea electrificada y en modo diésel y también se adapta a las vías de ancho ibérico e internacional. Desde esa fecha han sido numerosos los trenes 730 que han estado circulando en pruebas por la línea de alta velocidad.

Además, tal y como ha anunciado la ministra de Fomento, la zamorana Ana Pastor, esta misma semana los trenes AVE comenzarán a funcionar en pruebas por el nuevo tramo de alta velocidad. Posiblemente el miércoles pase el primero de estos trenes, los conocidos como "pico de pato", según algunas informaciones recabadas por este diario de fuentes oficiosas.

Las pruebas son necesarias para comprobar que todo en la línea funciona correctamente y también para que los maquinistas, una veintena, que van a circular por este tramo lo conozcan perfectamente antes de comenzar la explotación comercial, es decir, el paso de trenes con viajeros.

El periodo de pruebas permite también detectar problemas como el que se produjo la semana pasada en la catenaria, que obligó a cortar el suministro de energía en toda la línea y aunque siguieron pasando trenes en prueba, lo hicieron en modo diésel. Al parecer, siempre según fuentes no oficiales, la avería se produjo por el rocío de la mañana, al estar demasiado próximo el feeder (cable que lleva la corriente, paralelo a la catenaria) al tablero del paso superior que está a continuación del puente sobre el río Valderaduey, lo que produjo un cortocircuito que seccionó el mentado feeder, cayendo al suelo y produciendo más daños a través de la canalización de la señalización.

Las obras de la estación están prácticamente terminadas en el exterior, con la urbanización del antiguo patio de coches y el nuevo parking de viajeros, mientras que en interior falta por concluir aún el centro de viajes. De hecho los billetes se siguen despachando desde una cabina provisional situada en el vestíbulo principal. Los andenes están desde hace tiempo listos y se ha montado también una de las vías en placa que hacen de salida norte de la estación de Zamora, hacia el túnel del Bolón. Falta por rematar las obras del cambiador de ancho de vía, aunque van muy avanzadas y de hecho también se han montado ya los raíles de acceso a esta instalación. Se trata de una infraestructura relativamente simple, pero imprescindible para que los Alvia puedan llegar hasta Zamora por la vía de alta velocidad y proseguir camino hacia Galicia por la ruta convencional, de ancho ibérico y sin electrificar.