Sobre la posibilidad de que los municipios que se adhieran a una u otra unidad básica de ordenación puedan en un futuro cambiar de parecer, De Diego fue tajante al apuntar que "no será una decisión reversible". Sería el caso de las localidades zamoranas de Vallesa y Cañizal, que tendrán que decidir si prefieren pertenecer a la unidad de Salamanca, donde hasta el momento reciben los servicios sanitarios o, por el contrario, se anexionan a Zamora. "La ley contempla tres meses sometidos a audiencia de los ciudadanos y la propuesta definitiva del mapa será elevada y será la que se tramite de acuerdo a la ley, para enviarla después a todos los municipios y aprobarse en las Cortes", resumió.