El escritor Braulio Llamero acaba de publicar un nuevo libro infantil. "Cuentos de miedo para reír" supone el número 21 dentro de su producción literaria dirigida a menores.

-¿Cómo nace "Cuentos de miedo para reír"?

-Le estaba dando vueltas a la idea de escribir un cuento de miedo porque a los niños les gusta el terror. A mí no me agrada, pero como a ellos sí, estaba ideando cómo convertirlo en una carcajada. El libro lo componen ocho relatos cada uno distinto, pero protagonizados por la misma pandilla y en los que juego con el marco de susto, zombis, fantasmas o vampiros, pero pasa algo que hace que el niño acabe riendo al menos esas ocho veces.

-Esta pandilla es el nexo común, ¿podría protagonizar más relatos que conformen parte de otro volumen?

-Inicialmente la pandilla no estaba prevista. Comencé a escribir cuentos donde aparecería la idea del miedo y la risa donde no estaba la pandilla, pero luego apareció en muchos de ellos el grupo de amigos, de tal manera que le da una unidad y los otros, han quedado inéditos. Cuando estaba escribiendo estos relatos me surgían nuevas ideas, por lo que he perfilado un segundo volumen, aunque no lo he desarrollado del todo. "Cuentos de miedo para reír" acaba de salir y habrá que esperar qué acogida tiene. Todavía ni he planteado presentaciones porque se está distribuyendo a librerías.

-En la aventura de este libro cuenta con la compañía de Álex Herrerías, quien ha realizado las ilustraciones.

-En los libros para niños las ilustraciones interiores son muy importantes al igual que la portada. El autor no suele intervenir sino que ese aspecto depende de la editorial y con Algar ya es el sexto libro que publico. Tras tantos libros todavía me sorprenden con la calidad del ilustrador. Me gusta mucho lo que ha hecho Álex. Me remitieron su trabajo antes de que el libro fuera a la imprenta y les felicité.

-En unos tiempos donde prima lo digital, ¿qué le hace apostar por el formato en papel?

-Soy muy curioso y me gusta mucho lo tecnológico. Me tentó sacar en digital, de hecho publiqué en ebook al menos ocho títulos y la conclusión que he sacado es que todavía está un poco verde para el público infantil, no tanto para la novela de adultos. Yo leo mucha novela en ebook porque mi vista se cansa menos que con el papel. Me es muy cómodo, pero es algo complementario al papel. El ebook todavía no ha llegado para los niños porque necesita ilustraciones en color y aunque en digital se pueden crear materiales complementarios, no se ha desarrollado porque las editoriales no ven negocio. Los niños quieren el papel y los dibujos. Por mi experiencia solo leen en digital los pequeños cuyos padres son forofos del sistema. En literatura infantil falta mucho para que lo digital se coma al papel.

-Para que un texto enganche al público neófito en la lectura debe de...

-Yo basculo entre dos ingredientes que creo que hacen atractivos los libros. Primero, casi siempre hay un agudo sentido del humor que gusta al niño porque le hace desenfado el relato. Segundo, la fantasía, que trabajo bien. Sobre estos dos pivotes trabajo mis cuentos. A veces primo más uno que el otro, pero siempre están presentes.

-En estos momentos los menores reciben muchos estímulos externos, ¿cómo se les puede enganchar a la lectura?

-Esa situación yo la he vivido en mi casa con mis hijas a quienes he incitado a la lectura. Se trata de que los niños además de tener aparatos a su alrededor tengan libros que de alguna manera les acaban llamando, dado que es un ocio distinto. La lectura siempre fue cosa de poca gente, no nos engañemos, y siempre pervive, pues es algo especial que te aporta vocabulario y te enriquece intelectualmente. Siempre tendrá su hueco.

-Desde su punto de vista, ¿es importante narrar al niño cuentos?

-Me parece muy importante contar cuentos a los niños ya sean sus padres, abuelos o tíos porque lo recuerdan toda su vida. Además deben de perderse el miedo a inventarse un cuento, no hace falta que sea espectacular ni que tenga sentido. El niño lo que quiere es oír la voz y si puede salir él en la historia, duerme feliz. Contar cuentos es algo bueno en sí mismo. Si los padres les leen historias que hay esa caja mágica que es el libro luego puede que tengan curiosidad. No obstante, el enganche de los niños a la lectura casi siempre es a través de colegio y de profesores que les hagan una buena animación a la lectura.

-¿Qué papel tienen las bibliotecas infantiles en esta aproximación a los libros en edades tempranas?

-Fundamental. Funciona muy bien el acostumbrar a los niños a estar en las bibliotecas infantiles una hora o dos para que las conozcan. En Zamora están muy cuidadas estas áreas que son un paraíso de las historias. Es un lugar propicio para los niños.

-Recientemente los zamoranos han podido ver representado por los gigantes de Capitonis un texto suyo sobre el Cerco.

-Ha sido un gusto y un placer colabora con este colectivo. Querían hacer una nueva versión sobre el Cerco basándose en el romance. Es un tema que tengo muy trabajado porque estuve dos años documentándome para hacer una novela que finalmente no vio la luz. El texto que les escribí me gustó. Me sorprendió gratamente el resultado logrado con los gigantes.

-¿Retomará la temática del Cerco?

-Fruto del trabajo que realicé durante dos años tengo un esquema amplio en la cabeza que quizá vea la luz para el teatro. La idea la tengo bastante clara. Se desarrollaría en Santa María La Vieja, que entonces no existía en aquella época, donde se reúnen los zamoranos cuando están a punto de romper el sitio.