La lluvia y el viento no fueron impedimentos suficientes para que la marea solidaria completara los 14 kilómetros que separan Zamora y Morales del Vino -en ida y vuelta- en beneficio de las personas con discapacidad intelectual. Más de 2.000 personas se echaron a la carretera durante la mañana de ayer para participar en la XXXI Marcha de Asprosub. Los participantes marcharon andando, corriendo o en bici con el firme objetivo de completar el máximo número de kilómetros posibles para lograr una mayor recaudación de parte de sus patrocinadores, que a su vez repercutirá en la asociación. "Cada paso, una meta", era el eslogan de esta edición. Una frase que, sin duda, se tomaron muy a pecho todos aquellos que consiguieron hacer meta en el parque de León Felipe de la capital.

Padres, madres, hijos y abuelos. Toda la familia unida para caminar en favor de las personas con discapacidad intelectual en una edición de la Marcha de Asprosub que superó la barrera de los 2.000 participantes pese a las inclemencias del tiempo. Las rachas de lluvia caídas minutos antes de la salida, en torno a las ocho y media de la mañana, no impidieron que una gran mayoría de los 2.400 inscritos previamente a la realización de la marcha salieran a las calles para completar el recorrido Zamora-Morales del Vino-Zamora.

Con rigor en el horario, los participantes en la XXXI Marcha de Asprosub emprendieron el camino a las nueve de la mañana desde la Plaza de la Marina. Bajaron posteriormente hacia Cristo Rey para introducirse en el puente de la autovía y completar los siete kilómetros hasta llegar a las instalaciones de la asociación en Morales del Vino. Allí, los participantes tuvieron tiempo para tomar un avituallamiento y reponer fuerzas, así como para visitar el centro en el que la asociación realiza su trabajo con las personas que habitualmente acuden al lugar. Toda vez completada la visita, los caminantes emprendieron el camino de regreso hasta la línea de meta situada en el parque de León Felipe de la capital.

Un año más, la presencia de mujeres fue predominante en esta Marcha de Asprosub. Según los datos aportados por la asociación, más de un 65%. Además, la edad media de esta edición fue de unos 33 años, lo que indica que, a pesar de llevar más de una treintena de ediciones, la participación se rejuvenece con el tiempo. El honor de ser marchador más longevo se lo ha llevado, en esta ocasión, Pascual Martín, un vecino de Zamora que a sus 86 años ha decidido sumarse a esta iniciativa. Y la más pequeña ha sido Celeste Marie Alfageme, que, junto a sus padres, ya ha colaborado con la asociación a pesar de tener unos pocos meses de vida.

Los participantes en esta XXXI Marcha de Asprosub tendrán ahora un par de semanas para recaudar todo el dinero de parte de sus patrocinadores y entregárselo a la asociación en el mismo lugar donde recogieron el carné. No obstante, pasada esa fecha, el ingreso se podrá realizar en Caja Rural o en las mismas instalaciones de Asprosub en Morales del Vino.