La Hermandad del Santísimo Cristo del Espíritu Santo reeligió abad a Juan Antonio Haedo, el único candidato que aspiraba al puesto en la asamblea extraordinaria convocada para la tarde de ayer. De los 800 hermanos con derecho a voto, un 10% optó por acercarse al Museo de Semana Santa para apoyar a la persona que presidirá la cofradía los próximos cinco años. De los 73 votos emitidos, 70 papeletas fueron afirmativas, dos en blanco y solo una de rechazo.

Después de recibir el respaldo de los hermanos -tanto por el resultado de la votación como por no haberse presentado una candidatura alternativa- Haedo se mostró feliz y satisfecho. "Vamos a continuar con el esfuerzo hecho hasta la fecha, pero tenemos la obligación de reforzar nuestro principal objetivo: la obra social". El nuevo abad cree que el "sentido de la caridad" es esencial en la nueva etapa, pese a que el Espíritu Santo se ha esforzado en los últimos cinco años por implicarse en numerosas campañas con fines benéficos, tanto dentro de Zamora, como en el contexto nacional e internacional.

Asimismo, Juan Antonio Haedo se ha comprometido a "reforzar" la liturgia dentro de los actos de la hermandad y a "formar" a los propios miembros de la cofradía. En cuanto al estatuto, "vamos a reformar algunos de los artículos que no son suficientemente claros", añade Haedo. En los últimos años, el Espíritu Santo llevó a cabo la adaptación de su reglamento al patrón expuesto por el Obispado. Uno de los principales cambios, fundamental, fue la apertura de filas a las mujeres, que ya se han incorporado en plenitud de derechos.

En cuanto al equipo de trabajo, cuatro miembros del cabildo menor (la asamblea) han abandonado estas funciones y otros tantos se incorporan en la nueva etapa, que se prolongará hasta el año 2020. Haedo se ha mostrado agradecido por el apoyo mostrado, así como orgulloso de la tarea realizada. La paz de que goza la cofradía se escenifica en la ausencia de adversarios y en el clima interno de la propia asociación.