La propuesta de la Junta de Castilla y León de devolver lo que resta de la paga extra suprimida a los trabajadores públicos en 2012 en tres plazos ha sido tomada por UGT como "el último atropello" al sector público. Así lo aseguró ayer el responsable de la Federación de Servicios Públicos del sindicato en Zamora, Francisco Estravís, quien recordó que el 75% que aún resta por devolver será ingresado en tres pagos, el primero este año, el segundo entre marzo y abril del ejercicio 2016 y el tercero ya en 2017.

Estravís recordó además que los cuatro días extra de vacaciones a los que tenían derecho los funcionarios con más de treinta años de servicio no se han recuperado todavía. "En 2016 nos darán dos de los cuatro". Asunto aparte son los llamados "canosos", las jornadas libres a las que tienen derecho los trabajadores públicos y que varían en función de su antigüedad en la prestación del servicio. "De momento nada, nos han dicho que negociarán en 2016 de cara a aplicarlo ya en 2017". En resumen, siempre según UGT, la propuesta del gobierno regional es "rácana, cicatera y vergonzosa, por lo que provoca la indignación de los empleados públicos". UGT protestará contra la medida el próximo miércoles en Valladolid (saldrán autobuses desde Zamora).

De otro lado, el delegado de la Junta ha recordado que la supresión de la paga extra "fue una medida obligada" por la situación de crisis económica. Castro apuntó que "agradecemos a los empleados públicos que a pesar de los ajustes hayan hecho un esfuerzo personal en su puesto de trabajo, que ha beneficiado a los usuarios".