Al percatarse de que dos policías nacionales estaban observándole mientras compraba droga a otro varón, quien le entregaba un paquete, en la avenida de Carlos Pinilla de la capital, el joven procesado se aproximó a una papelera y arrojó el envoltorio dentro. La suerte no le acompañó: el recipiente estaba totalmente vacío. Cuando los agentes lo inspeccionaron no tuvieron ninguna dificultad en localizar el embalaje que acababa de tirar, que resultó contener 293 gramos de hachís.

Los agentes detuvieron a los dos individuos que acababan de realizar la operación, ambos de nacionalidad extranjera, a los que se acusa de un delito de tráfico de drogas, por el que el Ministerio Fiscal exigía en principio dos años de prisión. En el juicio celebrado ayer, en ausencia del acusado que vendió la droga, al que ha sido imposible localizar desde el Juzgado de lo Penal, el fiscal rebajó la petición de pena para este imputado, al tratarse de una cantidad de pequeña de hachís, por lo que exige seis meses de cárcel. Se trata de la misma condena que solicita para el joven que adquirió la droga y una multa equivalente al valor que tendría el hachís en el mercado, 750 euros, que deberá abonar cada uno de los dos imputados por tráfico de drogas. Los hechos tuvieron lugar el 25 de octubre de 2011.

Hospital de Benavente

Otra joven cumplirá seis meses de prisión y tendrá que pagar una multa de 500 euros después de admitir ayer en el Juzgado de lo Penal que había robado en el Hospital Comarcal de Benavente en dos ocasiones, en las que se llevó diverso material, como audífonos; en las piscinas municipales y en un supermercado. La acusada, que llegó a juicio desde la macroprisión de Topas, sustrajo diversos objetos del centro sanitario, de las instalaciones deportivas de la ciudad benaventana y productos de alimentación por un valor superior a los 5.000 euros, por lo que se le condena por un delito de hurto continuado.