En sus inicios fue un proyecto experimental pero con el paso de los años se ha convertido en una referencia en el sector agroganadero. La finca que la Diputación de Zamora tiene en Madridanos, en un proyecto que tuvo su germen en la antigua granja de la Aldehuela, se ha convertido en una cuna para asegurar la pervivencia y variedad genética de las razas autóctonas de la provincia, además de constituir un ejemplo y una iniciativa institucional pionera en materia de agricultura ecológica.

De hecho, la Institución provincial zamorana fue en su día la primera de toda Castilla y León que apostó por el modelo de producción ecológica de forma directa y reconvirtió sus terrenos de cultivo para que pudieran contar con una certificación ecológica. Para ello, adoptó prácticas respetuosas con el medio ambiente, que rechazan el uso de fitosanitarios y productos de síntesis y que dan como resultado un tipo de producción agraria más natural y con el valor añadido de contar con el sello que concede el Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica.

En sus comienzos, tanto el núcleo de conservación de ganadería de razas autóctonas de la Diputación como los cultivos ecológicos de la propia Institución provincial se ubicaban en la Aldehuela, pero la cercanía de esa finca al casco urbano de Zamora y la llegada de nuevos proyectos para la zona como el vivero de empresas llevaron a cambiar de ubicación. La primera idea del cambio se planteó hace once años, aunque fue hace nueve cuando se llegó al acuerdo definitivo para instalar la nueva finca experimental en Madridanos. Aún así, hubo que esperar hasta el año 2012 para que se efectuara el traslado definitivo, una vez acondicionado a su nuevo uso el terreno de 24 hectáreas en el que se asienta la finca experimental actualmente. De esta forma, Madridanos tomó el testigo de un proyecto que se gestó veinte años antes en la Aldehuela, con la conservación de las razas autóctonas de la provincia como objetivo inicial.

La presidenta de la Diputación, Mayte Martín, en una visita a la finca. | Foto D. P.

Actualmente, la finca experimental de la Diputación de Zamora, gestionada por el área de Agricultura y Ganadería, ocupa una extensión de doce hectáreas dedicadas íntegramente a cultivos herbáceos de producción ecológica, mientras que otra extensión similar se destina a praderas para el ganado de razas autóctonas, las zonas de servicio y las instalaciones ganaderas de las tres razas presentes en el núcleo de consevación de ganadería autóctona. De todas, sin duda, la que más llama la atención de los visitantes es la raza autóctona del burro zamorano-leonés, al tratarse de un animal de gran afabilidad, docilidad y con unas características que son del agrado tanto de niños como de mayores.

Junto al asno autóctono, en el centro conviven dos razas de vacuno que también cuentan con unas características únicas y cuya promoción es fundamental para evitar que lleguen a extinguirse. Las vacas de raza sayaguesa y las de alistano-sanabresa que tiene la Diputación de Zamora juegan un papel de gran importancia no sólo de cara a la concienciación y la promoción de estas ganaderías autóctonas, sino también a la hora de preservar la genética y las características que dotan de personalidad única a estas razas de vacuno.

Junto a todo ello, la finca experimental de Madridadanos también se ha constituido como un centro didáctico y formativo, ya que recibe visitas escolares y es el lugar de celebración de charlas y jornadas formativas de agroganadería.