El mundo de las artes, primordialmente de la pintura y la escultura, compañeros de la docencia e integrantes de la comunidad educativa de los centro donde impartió clase, como el Claudio Moyano, Escuela de Arte y Superior de Diseño o de la Universidad Laboral, amigos y vecinos de San Lázaro quisieron acompañar ayer a la familia del pintor Alfonso Bartolomé en la despedida del artista, fallecido el sábado e incinerado ayer.

El último homenaje tuvo lugar ayer en la misa funeral, celebrada en la iglesia de San Lázaro, barrio donde residía y debido a la devoción del pintor sentía hacia la Virgen del Yermo que inmortalizaría en alguno de los carteles divulgativos de las actividades promovidas desde la cofradía que rinde culto a esta imagen mariana. En el oficio religioso lo concelebraron cinco sacerdotes, entre ellos varios amigos del pintor desaparecido.

Alfonso Bartolomé Hernández fue un artista muy polifacético. Aunque es conocido por su faceta como pintor también realizó carteles, vidrieras y mosaicos. Luchó para que Zamora contara con una escuela de Arte y Oficios, siendo su primer director, cargo que volvió a ocupar en varios períodos.

Hombre cercano y sencillo, estás cualidades las refleja en sus pinturas, primordialmente en los paisajes sanabreses o en los retratos a carboncillo, donde demuestra su dominio del dibujo. Su última exposición la realizó este mismo año en la galería Espacio 36, donde, tras diez años de silencio expositivo, mostró cuarenta obras representativas de sus distintas etapas creativas, mientras que en el año 2014 una de sus obras del Cristo del Espíritu Santo protagonizó el autor del cartel anunciador de la Semana Santa de la ciudad.