Aprobar el carné de conducir a la primera no es coser y cantar: hay que equivocarse, aprender y, sobre todo, prestar mucha atención en la carretera. Señales, uso de las vías, límites de velocidad, maniobras... son cuestiones que tienen que quedar muy claras para obtener el permiso. Las graves consecuencias que provocan los accidentes de tráfico -en la provincia han perdido la vida 16 personas en lo que va de año- deben hacer reflexionar a cualquiera que esté al volante sobre la importancia de evitar los malos hábitos y las infracciones.

Aunque algunos atrevidos se consideran maestros de la conducción solo por acumular veinte años de permiso, esa misma experiencia puede generar un exceso de confianza. "Todos podemos cometer un error que acabe en tragedia. No hay que tener miedo a conducir, pero sí guardar el respeto que merece esta práctica", aconsejan Antonio Llamas y Paco Pinilla, dos de los profesores del centro de formación Zamovial. Estos maestros del volante están acostumbrados, por desgracia, a observar más "chapuzas" que aciertos entre quienes se consideran expertos.

El primer error y uno de los más comunes es prestar más atención a los aparatos tecnológicos que al vehículo. "En mitad de un práctica es frecuente ver a más de uno que quita la vista de la carretera y la pone en su teléfono móvil", lamenta Pinilla. Se trata de una distracción que mucha gente considera todavía inofensiva, pero que reduce considerablemente la concentración.

Pocos conductores respetan la distancia de seguridad, tanto lateral como frontal. Este es un punto clave a la hora de evitar o disminuir el impacto de los accidentes de tráfico. "Se abusa mucho de la confianza en los frenos y en la capacidad de reacción. En caso de accidente, mantener una distancia adecuada puede salvar muchas vidas", añade.

También surgen problemas en las glorietas, donde pocos parecen entender la regulación. Conductores temerarios o insconscientes "entran y salen por donde mejor les parece sin tener en cuenta que entorpecen al resto de vehículos", reflexionan desde el centro de formación. El Reglamento de Circulación específica que la preferencia es para los que se encuentren dentro de la glorieta, pero no aclara cómo se debe circular ya que funciona del mismo modo que cualquier vía con más de un carril por cada sentido. El vehículo del carril izquierdo no debe cruzarse para salir si supone un obstáculo para el resto de conductores. Por sencillo que resulte, más de uno lo incumple. "Hay quienes entran o salen mal y pitan a quien lo está haciendo correctamente", aseguran los formadores.

Asimismo, obedecer las señales de tráfico, respetar a los peatones o utilizar los intermitentes son también asignaturas pendientes para la mayoría. "La ciudad no es de los coches, sino que comparten espacio con los viandantes", resalta Antonio Llamas.

Está claro que un vehículo supone un gasto económico en cuanto a mantenimiento o reparaciones. Por ello, es aconsejable conocer los nuevos avances en tecnología automovilística y respetar su funcionamiento para no dañarlo. "En una situación de emergencia, si nuestro coche tiene instalado el sistema ABS frenaremos a fondo sin necesidad de levantar el pie", explica Llamas. Los coches han cambiado y la conducción también, por lo que hay que evitar malos hábitos que puedan deteriorar la mecánica del vehículo.

"Si los conductores con más de diez años de carné tuvieran que repetir el examen teórico, los resultados serían desastrosos", opina Paco Pinilla mientras subraya la necesidad de refrescar conocimientos y cumplir con las normas.

Todos estos errores no son más que el recordatorio de que se ha vuelto demasiado normal tomarse la carretera como un juego en el que hay mucho que perder y no suelen haber segundas oportunidades.