La ciclogénesis explosiva dejó ayer sin luz y teléfono al centro de salud Parada del Molino, cuyo personal no logró desarrollar su trabajo durante toda la mañana. Y los vecinos de la calle de La Lobata sufrieron la falta de ambos suministro y el de gas hasta pasadas las 15.00 horas, según los datos recabados por este diario, al igual que en las dependencias sanitarias.

La incidencia se produjo como consecuencia deldesplome del revestimiento de una pared lateral de adobe de una vivienda, situada en el número 2 de la calle del Bolón, habitada por un hombre, que no sufrió ningún daño, no así cuatro vehículos que estaban estacionados en esta zona.

El derrumbe de esa parte del inmueble, ocurrido hacia las 2.00 horas de ayer, tuvo consecuencias también para los vecinos de la calle de La Lobata, ya que al caerse el ladrillo que lucía la fachada se llevó por delante el tendido eléctrico y de telefónica, así como la instalación de gas, que estaban ancladas sobre esa construcción, de acuerdo con la información facilitada por el Ayuntamiento de Zamora.

Precisamente, la institución local apunta al peso ejercido por toda la instalación de cableado sobre la fachada de la vivienda como la causa de que se viniera abajo, como consecuencia del fuerte viento que azotó en la madrugada de ayer, con rachas durante todo el día de entre 80 y 90 kilómetros por hora.

Los restos del derribo, que fueron a parar a la vía pública, obligaron a cortar el tráfico en la confluencia de las calles de La Lobata y del Bolón, tras la inmediata intervención de la Policía Municipal y de los bomberos de la capital, que tuvieron que atender ayer 25 incidencias en toda la ciudad. Los agentes municipales acordonaron la zona, mientras que los bomberos actuaban para asegurar la estabilidad de la pared de adobe, bajo la supervisión de los técnicos municipales que se desplazaron hasta el lugar del siniestro.

Intervenciones

La ciclogénesis pasó por Zamora provocando importantes daños en el arbolado de la capital en diferentes puntos, desde el paseo del río Duero, junto al Puente de Hierro, hasta la calle de Villalpando, la Cuesta de La Morana o las inmediaciones de las naves de San Jerónimo, en San Frontis. El intenso viento arrasó con cristales, cascotes de cornisas y tejados, pancartas, toldos, carteles e incluso una antena. Los bomberos de la capital no tuvieron un respiro entre las 23.00 horas del martes y las 18.00 horas de ayer por las constantes llamadas por incidentes.