El puente de Cardenal Cisneros que salva las vías del ferrocarril ha cambiado su barandilla original por un vallado más alto ante la próxima llegada del AVE a la capital, cuyas vías pasarán por debajo. Se trata de una valla metálica opaca en su parte baja y con una malla en la parte superior que permitirá ver la panorámica de la estación a los viandantes, aunque evitará la caída de objetos a las vías. La colocación del nuevo vallado ha sido sumamente rápida y cambia la fisonomía de tan concurrida pasarela peatonal y de tráfico rodado.