Las arriesgadas maniobras de los caballeros medievales en los torneos y justas se recrearon ayer tarde en un marco muy adecuado, como es el de la plaza de la Catedral. Los especialistas, a lomos de los caballos bien entrenados, imitaron las luchas de los caballeros en los torneos y también mostraron el manejo de lanzas, espadas y las armas utilizadas en aquel entonces. Acondicionado previamente con arena, para que caballos y caballeros pudieran evolucionar con menor riesgo, el recinto de la Catedral se llenó de gente para ver uno de los espectáculos más vistosos del mercado medieval, que ayer precisamente cerraba sus puertas tras todo el fin de semana ambientando las calles del casco antiguo con todo tipo de puestos, desde los mesones de comida hasta los de artesanía. El relativo buen tiempo del que ha disfrutado la ciudad ha realzado sin duda esta nueva edición del mercado.