El protagonismo de las actividades del fin de semana en torno a la Virgen de la Concha fue ayer para la música y la tradición, que comenzó con el habitual besamanos en la iglesia de San Antolín, una oportunidad única para ver de cerca a la patrona de la ciudad. Numerosos fueron los devotos y curiosos que se acercaron para venerar la imagen, situada en el crucero del templo, lugar donde permanecerá también hoy.

Los más madrugadores participaron en el taller de baile tradicional organizado por la Asociación Etnográfica Baja Duero en el Museo Etnográfico, bajo la batuta del grupo alicantino Salpassa.

Ya por la tarde, mientras los jóvenes disfrutaban del festival Samura Rock en el parking de La Aldehuela, la plaza de La Marina acogía la Muestra Internacional de Folclore para celebrar los 35 años de Bajo Duero, con grupos de Salamanca, Alicante, Asturias y Austria, que descubrieron al púbico vistosas coreografías.

Uno de los espectáculos más esperados fue el Gran Desfile Histórico, que recorrió las calles que van desde la plaza de la Catedral hasta la Plaza Mayor, recreando así la entrega de la Seña Bermeja a los zamoranos

El broche de este día de fiesta lo pusieron el grupo de teatro Cambaleo, perteneciente a la asociación El Ángel, con su obra "Cóctel de risas" en el Castillo, y el Festival Internacional de Folclore Doña Urraca, con la actuación del grupo serbio Kablovi en La Marina.