Los cultivos ecológicos y alternativos como "espelta, moras, frambuesas o viñedos ecológicos" son una de las oportunidades de crecimiento de la agricultura zamorana. En general, en el sector se aprecia un mantenimiento de las actividades "debido por un lado a la agrupación de los profesionales en cooperativas y sociedades y por otro a las ayudas procedentes de Europa".

Las industrias alimentarias y la fabricación de vino no han sufrido durante la crisis grandes variaciones, apuntan los técnicos del SEPE, pero "no han crecido sobre todo por el miedo al resultado negativo que pudieran tener las ampliaciones o las nuevas inversiones". Este freno a la inversión ha supuesto, lógicamente, una seria traba a la creación de puestos de trabajo.

Actualmente, "debido a la calidad de los productos y a la potenciación de las denominaciones de origen, se espera que comiencen a ampliar la producción" las empresas que trabajan en el sector. "Por tanto, es previsible que en estas actividades comience a existir una dinamización del empleo, así como un aumento del sector en lo relativo al comercio exterior". En este punto es relevante recordar que el sector agroalimentario zamorano es el que más exportaciones concentra en la provincia.