Los juzgados tienen en marcha dos investigaciones por maltrato animal contra los propietarios de un caballo, hallado en una finca de la capital desnutrido y muy enfermo; y de siete perros, encadenados a árboles en un monte público en Fariza para delimitar un terreno de pastoreo, según la denuncia de la Asociación Defensa Animal Zamora (DAZ).

El caballo estuvo, al menos, durante veinticuatro horas sin ningún lugar donde guarecerse en un solar situado en el barrio de El Sepulcro, próximo a la salida hacia la carretera de Salamanca, al parecer, también sin recibir la atención de su propietario, a pesar del pésimo estado de salud, con varios tumores en los que ya tenía larvas y diversas heridas, lo que le convertía en «un foco de infección tremendo», explican desde DAZ, que ha impulsado las dos acciones judiciales.

El equino presentaba además un problema en la boca que le impide pastar, lo que vendría a agravar aún más la precaria salud del animal, que no disponía de comida para alimentarse, de acuerdo con la información a la que ha tenido acceso este diario.

Encadenados

El Juzgado tendrá, además, que investigar el caso de siete perros encadenados a árboles en un monte público de Fariza, a modo de barrera para delimitar la zona de pastoreo e impedir el tránsito de ovejas, según indicaron vecinos que alertaron a DAZ.

Los canes, muchos sin microchip, se encontraban en un estado de desnutrición evidente, «había algún mastín y parecía un galgo», explican desde la Asociación. En el lugar hallaron una cachorra de mastín en libertad y con problemas también de salud. Desde DAZ recuerdan que la Ley impide encadenar perros en lugares públicos, como es el caso de ese monte.

En la misma denuncia consta que en ese monte «había un cercado de ovejas, una de ellas agonizante, otra con una pata rota, otra con un boquete en la pata y una más tosiendo», animales a los que pudieron hacer fotos y grabar antes de bajar al pueblo para dar aviso a la Guardia Civil. Cuando los agentes llegaron a los 40 minutos a inspeccionar el lugar ya no pudieron comprobar la existencia de ovejas enfermas, que habían desaparecido. Los propietarios de la explotación estaban ya en el lugar.