Los profesores censuran la decisión de la Consejería de Educación, que aplicará la Lomce plenamente en la región a partir del próximo curso. El sindicato de profesores de Secundaria Aspes asegura, por boca de su delegado Miguel Álvarez, que la norma impulsada por el exministro Wert "supondrá un nuevo revés, no solo para el deseable avance de la calidad educativa, sino también para la enseñanza pública y para la consideración social y las condiciones profesionales de los docentes".

Según las fuentes consultadas por este diario los cambios que traerá la norma a partir de este curso se plasmarán, principalmente, en los cambios de libros de texto, algo que afecta a varias asignaturas de Primaria y Secundaria. Fundamentalmente, el cambio en los libros de texto obedece a cuestiones que han pasado de un curso a otro, lo que obliga a renovar el material. Las asociaciones de padres censuran que se someta a los estudiantes a más gastos y aseguran que el programa Releo (que permite la reutilización de libros) dejará de ser tan útil como lo era hasta ahora.

Estarán afectados los alumnos y profesores de segundo, cuarto y sexto de Primaria, a los que hay que sumar los de primero y tercero de ESO, los de primero de Bachillerato y los que vivirán los estudiantes de Formación Profesional. Los alumnos de primero, tercero y quinto de Primaria seguirán igual que el año pasado porque la Lomce ya se aplica desde entonces.

La norma prevé más cambios durante los próximos cursos. Así, de no haber cambios en los próximos meses, segundo y cuarto de la ESO sufrirán modificaciones en el curso 2016-2017, así como segundo de Bachillerato. Para el siguiente año académico están previstas las evaluaciones para obtener el título de la ESO y para el de Bachillerato.

Los profesores fundamentan su rechazo a la Lomce en varios puntos clave. Primero, aseguran, "plantea un sistema en el cual el aprendizaje pasa a ser subsidiario de la rentabilidad económica". Además, siempre según el sindicato Aspes, "pretende convertir al profesor en un mero instrumento de producción a granel de enseñanza al contemplar la posibilidad de que se adjudique docencia a cualquier profesor en cualquier etapa o asignatura". Plantea, además, "una falsa autonomía en los centros educativos, la cual puede quedar reducida a la nada si se prosigue con la intención de que las administraciones educativas se reserven, casi en exclusiva, el derecho a seleccionar los directores de los centros, quienes quedarían como meros gestores de las administraciones educativas".

En este sentido, cabe recordar que la Dirección Provincial de Educación se ha visto obligada a nombrar "a dedo" a ocho directores ante la ausencia de profesores voluntarios para asumir el cargo. Los sindicatos indican que la causa a esta situación está en que la Lomce da mayores competencias a los directores, "mas responsabilidades", mientras que las retribuciones económicas no han aumentado. En el caso de los centros más pequeños, el cargo de director tiene apenas 60 euros de salario extra. No obstante, supera los 400 en los institutos de mayor tamaño.

Miguel Álvarez indica que en la Lomce faltan aspectos "fundamentales" para poder considerarla "una buena ley educativa". Son necesarias, según el responsable de Aspes en Zamora, "medidas de estímulo al ejercicio de la función docente, tales como el ascenso y la carrera profesional". También sería necesario "un mayor grado de exigencia en las etapas de Primaria y Secundaria, una etapa de Bachillerato con al menos tres cursos, el reconocimiento al esfuerzo individual del alumno o la reducción del número de alumnos por aula". El sindicato apunta además que ha llevado a cabo una encuesta entre los docentes de Castilla y León en la que "se pone de manifiesto el descontento generalizado de los profesores de secundaria con respecto a la Lomce".