El Ayuntamiento y la Policía Municipal de Zamora han decidido no incorporar a su material de defensa las llamadas pistolas Taser -que disparan una descarga eléctrica- al entender que suponen "un riesgo para la integridad física" de los ciudadanos y que "no son necesarias en una ciudad como Zamora". La negativa ha surgido en una reunión entre el concejal de Seguridad Ciudadana, Antidio Fagúndez, los responsables del cuerpo local y el comité encargado de la adquisición de nuevo equipamiento.

Los cuerpos de seguridad de 220 municipios españoles cuentan ya con este novedoso método defensivo en el país. Sin embargo, en opinión de la Concejalía de Seguridad Ciudadana que dirige Antidio Fagúndez, estas armas eléctricas son innecesarias en una ciudad como Zamora, con uno de los índices de delincuencia más bajos de todo el país.

"La normativa establece que el policía debe recurrir a los métodos defensivos menos dañinos, pero cualquier agente puede perder la calma en función de la peligrosidad de la intervención", reconoce Carlos Aller, secretario provincial del Sindicato Unificado de Policía, que tampoco ve prioritaria la incorporación de este tipo de armas, pensadas para inmovilizar al detenido en casos de resistencia.

Otro factor a tener en cuenta es el coste económico de esta dotación, importante además dada la situación de estrechez económica por la que pasa el Ayuntamiento. "Si se suma el precio de adquisición, de mantenimiento y de la formación obligatoria, los gastos son excesivamente elevados para una localidad como Zamora", razona Carlos Aller, quien recuerda que "existen otros métodos a disposición de los policías".

Asimismo, el secretario provincial del SUP argumenta que cualquier método que se utilice "puede producir daños dependiendo de la situación y del individuo". Por el momento la Policía Municipal de Zamora ha rechazado firmemente el uso de este tipo de pistolas, por lo que continuarán empleando la dotación habitual: una porra y un arma reglamentaria y, solo una docena de los agentes, un "spray" de defensa personal.

Además, cabe puntualizar que el cuerpo de policía que desee incorporar este método de defensa -que ha generado cierta polémica en otras ciudades del país- deberá superar primero un curso de formación en el que se simulen situaciones reales y los policías experimenten en primera persona la sensación de disparar y también de recibir una descarga del arma Taser. Asimismo, médicos y expertos añaden que este tipo de métodos pueden ser muy dañinos para personas que sufren problemas cardiacos.