Decenas de vecinos de la localidad portuguesa de Murça, a la que se dirigían desde Toulouse con su padre los tres niños fallecidos en el accidente de Cerezal de Aliste para pasar el mes de agosto, recibieron ayer conmocionados los restos mortales de los hermanos de 4, 11 y 12 años de edad.

Los pequeños serán enterrados hoy en el cementerio local, tras el funeral, que será a las 9.30 horas y tendrá lugar en la iglesia de Santa María la Mayor. Durante toda la tarde familiares y amigos depositaron flores en la capilla ardiente instalada en Murça y acompañaron a la familia de los tres niños que perdieron la vida el sábado, en el siniestro ocurrido hacia las 10.40 horas.

Los cuerpos sin vida llegaron a la pequeña localidad portuguesa de 6.000 habitantes ayer por la tarde. A media mañana, llegó hasta el Instituto de Medicina Legal la funeraria encargada de trasladar los cadáveres de los pequeños -cuyas iniciales son S.M.G., G.M.G. y B.M.G.- si bien el transporte hasta Portugal se realizó en dos coches fúnebres, uno de ellos de aquel país. El transporte no pudo emprenderse hasta primeras horas de la tarde por los trámites exigidos.

La madre de los pequeños se encontraba ya en Murça, localidad en la que nació la joven, en estado de shock desde que conoció la noticia de la muerte de sus hijos, que viajaban la misma mañana que ella, la del sábado pasado, hacia este municipio, pero en diferente turismo.

Evolución favorable y alta

En la misma mañana de ayer recibía el alta médica la niña francesa de 12 años -de iniciales P.L., amiga de la pequeña de 11 años fallecida, con cuya familia iba a pasar unos días- después de que los médicos del Hospital Virgen de la Concha, donde ingresó pasadas las 13.00 horas del sábado, decidieran mantenerla en observación durante 48 horas en la planta de pediatría. La menor resultó con heridas leves, con contusiones torácica y cervical, según el parte médico facilitado por el Sacyl. El impacto que causó en la menor gala el trágico episodio vivido el sábado preocupaba especialmente a los facultativos.

La niña regresó ya a casa con su madre, que llegó el domingo a Zamora desde Toulouse, donde reside, al igual que los niños fallecidos.

Por otro lado, el padre de los tres hermanos muertos, de iniciales L.C.S.G., permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos en observación, donde evoluciona favorablemente pero dentro de la gravedad de las heridas que sufrió. La información facilitada por el Sacyl indica que padece un traumatismo abdominal, por el que posiblemente tendrán que intervenirle quirúrgicamente, aunque los médicos que le tratan todavía no han decidido sobre este extremo. El joven de 35 años no ha perdido la consciencia en ningún momento.