El padre de los tres hermanos de 4, 8 y 12 años fallecidos en el accidente de Cerezal de Aliste permanecía ayer en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en observación, con heridas graves, de las que evoluciona favorablemente, sufridas el sábado al colisionar de frente contra un camión con el monovulumen que conducía.

El joven de 35 años de edad, natural de la pequeña aldea portuguesa de 40 habitantes de Vargés (Tras Os Montes) donde residen sus padres, que sufre un "traumatismo abdominal", "pasó la noche sin complicaciones", según el parte médico facilitado por el Sacyl a lo largo del día.

Los facultativos del Hospital Virgen de la Concha, donde ingresó el conductor, de iniciales L.C.S.G., hacia las 13.00 horas del sábado tendrán que decidir si le intervienen quirúrgicamente o no, lo que ayer a primera hora de la tarde aún no habían valorado.

El padre de los dos niños fallecidos, uno de 4 años -e iniciales S.M.G.- y otro de 12 años -B.M.G.-, y de una niña de 11 -G.M.G.-, muy traumatizado por la pérdida de sus hijos, al parecer no ha perdido la consciencia.

Su exesposa y madre de los tres menores, asistida piscológicamente por profesionales desde los primeros momentos en los que recibió la luctuosa noticia que le sumió en estado de shock, ultimaba en la mañana de ayer la tramitación burocrática antes de regresar a su localidad natal Murça (municipio de Tras Os Montes muy cercano a Vargés). Desde allí se desplazaron en la misma mañana del sábado sus padres para apoyarle y acompañarle en el duro trance que está viviendo.

La tarde del sábado acudió al Instituto de Medicina Legal, acompañada por sus padres, donde aguardó hasta que se les practicó la autopsia a sus tres hijos. Los trámites judiciales estaban listos ya en la mañana de ayer para facilitar el traslado de los cuerpos de las tres víctimas mortales a Portugal.

La mujer se personó el sábado en el Virgen de la Concha minutos después de que llegaran los cadáveres de sus hijos, que murieron en el acto, ya que viajaba también desde Toulouse a esacos kilómetros del monovulumen que conducía su exmarido camino de Murça con sus tres vástagos y la amiga francesa de su hija, una niña de 12 años de iniciales P.L., herida leve.

Ese municipio portugués del que es natural la madre de los tres menores fallecidos, de iniciales P.M., y donde viven sus padres, dista 146 kilómetros del punto en el que tuvo lugar el trágico accidente en Cerezal, el más grave de los ocurridos en la primera operación salida de agosto de 2015.

El turismo siniestrado en el que viajaban el padre, sus tres hijos y la amiga de uno de ellos estaba a unas dos horas del lugar en el que la familia iba a pasar unos días de vacaciones cuando tuvo lugar la colisión con el camión. Este turismo de gran tonelaje se dirigía hacia Francia desde Portugal con un cargamento de neumáticos que se incendió tras el impacto y cuyo conductor sufrió un shock por la gravedad del suceso.