La ampliación de los días de apertura de las iglesias y la incorporación, desde el periodo de Semana Santa, de Santa María la Nueva en el programa de monumentos son algunas de las razones que están detrás del incremento de visitas, más de un 10%, que ha experimentado el románico de la capital durante el ejercicio 2014 con respecto al periodo anterior. En concreto, los edificios medievales recibieron a 428.280 personas el año pasado mientras que el anterior la cifra fue de 388.570, un 10,2% por debajo.

La Concejalía de Turismo de Zamora, de la que acaba de responsabilizarse Christoph Strieder con el cambio del Gobierno municipal, reconoce que el tirón del románico zamorano "no se puede negar" como motor de interés turístico. Sin embargo, el área advierte de que "debemos mejorar" en referencia a aspectos como la apertura o la información que se ofrece al visitante. En este sentido, Strieder lanza dos ideas: la mejora de los entornos de las iglesias y la creación de una ruta del románico que, pese a haber sido mencionada de forma reiterada en los últimos años, no ha acabado de concretarse.

La ampliación del convenio de apertura a tres bandas -Ayuntamiento, Diputación y Obispado de Zamora- permitió adelantar el acceso desde las fechas habituales (febrero y algunos años, marzo) al diez de enero. Asimismo, la finalización de las obras en Santa María la Nueva -que había permanecido tres años cerrada para ser sometida a un profundo plan de restauración- también es responsable del incremento de las cifras. Con Santa María, son trece los templos que se benefician del programa, aunque aún no se han sumado iglesias susceptibles de recibir turistas, como es el caso de San Antolín, que únicamente ofrece esta posibilidad durante los actos festivos ligados a la Cofradía de la Concha.

En cuanto a la iniciativa de la mejora de los entornos de los monumentos de la que habla Christoph Strieder, se trata de una idea ya contemplada en el plan Zamora Románica, pero que apenas tuvo peso debido a los problemas presupuestarios que atravesó el Ayuntamiento durante su ejecución.

El nuevo concejal de Turismo, Christoph Strieder, que además es responsable de las áreas de Participación y Barrios, se ha marcado como objetivo "intensificar" la relación con la Diputación Provincial en el ámbito de la promoción de la ciudad. Cabe recordar que en los últimos años, Ayuntamiento y Patronato -el órgano de Turismo de la institución provincial- se comprometieron a llevar a cabo una línea conjunta de actividad que, en la práctica, se ha ceñido al uso del eslogan común "Zamora. Desconocida. Perfecta" y a la participación de la mano en citas importantes en el calendario como las ferias Fitur o Intur.

Uno de los apartados que están sobre la mesa es, precisamente, el convenio de apertura de monumentos. En este sentido, el nuevo delegado municipal de Turismo no se pronuncia, pero admite que el Ayuntamiento debe abrir nuevas vías de trabajo, no ya solo con la Diputación, sino también con la Junta de Castilla y León.

Otro de los frentes aún no resueltos por las instituciones y los promotores de los espacios turísticos tiene que ver con la difusión y con el material que se entrega a los visitantes. En comparación con otras ciudades que emergen en el panorama del ocio, Zamora carece aún las "rutas temáticas" en las que la nueva Concejalía de Turismo se ha comprometido a trabajar los próximos años.