Entre el 27 y el 28 de este mes está previsto que la Gerencia de Sacyl en Zamora aborde el cierre de camas en los tres hospitales de la provincia, 83 divididas en tres plantas: la tercera del Hospital Provincial, la tercera de Benavente y la de Neumología en el Hospital Virgen de la Concha. El gerente, Francisco Javier Montes, explicó que este año, como novedad, se va a intentar colocar juntos a los pacientes de Neumología cuya planta se cierra, con el fin de que no estén "dispersos" por varios servicios distintos del hospital.

Acompañado por la directora médica, Ruth Fernández, el doctor Montes se defendió de las críticas sindicales, que le echaron en cara que a principios de julio dijera que no se iban a cerrar camas y justo después de la toma de posesión del consejero se hiciera. "Yo soy muy serio en mi trabajo y no tomo el pelo a nadie. Yo no aseguré que se fueran a cerrar camas, lo que dije es que las camas iban a seguir funcionantes en ese momento hasta que las circunstancias lo permitieran, como así ha sido".

De hecho, casi hasta el mes de agosto no se va a dejar ninguna cama en estado de no funcionantes transitoriamente, "teniendo en cuenta además que este año tenemos más camas que el año pasado, ya que se han abierto plantas tanto en el Provincial como en Benavente". Montes explicó que el día anterior, a las dos y media de la tarde, "había 155 camas libres. Por tanto dejar camas transitoriamente no funcionantes no supone ningún problema. Ni lo ha supuesto nunca", ya que ningún verano se ha reducido actividad sanitaria por el hecho de que haya habitaciones clausuradas. "La disminución de actividad en época veraniega es debida a las vacaciones. Pero en ningún caso se suspenden intervenciones urgentes y preferentes", indicó el gerente, quien añadió que los resultados de la lista de espera en Zamora están entre los mejores de la Comunidad.

En el mes de junio la ocupación del Complejo Asistencial estaba en un 70%, mientras que en lo que va de julio ha disminuido hasta el 65%. "No parece muy razonable tener funcionantes entre 150 y 200 camas que no se utilizan, como nosotros en casa dejamos encendidas las luces de todas las habitaciones. Cuando no estamos, la apagamos y si la necesitamos la encendemos". Eso sí, estas camas cerradas "en el momento en que sean necesarias se volverán a poner operativas". Con respecto al cierre de la planta de Benavente, Montes indicó que quedan camas suficientes más incluso que el año pasado, aunque es posible que algún paciente tenga que ser trasladado a Zamora, pero porque "hay patologías que por su gravedad o sus características se tienen que derivar a un hospital más complejo, como el Virgen de la Concha".

En las plantas que queden sin funcionamiento se realizarán revisiones completas, para dejarlas en condiciones óptimas.

"Esto es una medida de eficiencia, de racionalidad y de responsabilidad. No parece oportuno estar consumiendo unos recursos que no necesitamos", indicó el gerente.