El Complejo Asistencial de Zamora cerrará este verano nada menos que 83 camas, que conllevarán el cierre de una de neurología en el hospital Virgen de la Concha (quinta del edificio 2), la tercera de Benavente y la tercera del Provincial, la nueva que se puso en marcha el pasado mes de febrero. El gerente del Complejo Asistencial, Francisco Javier Montes, ha convocado esta mañana a los representantes de los trabajadores para darles a conocer las medidas que tomará el centro de cara a la época veraniega.

El enfado de los sindicalistas es mayúsculo, como dice la presidenta de la Junta de Personal y vicesecretaria del Sindicato de Enfermería (Satse) en Zamora, Mercedes García, ya que el gerente había comunicado que no se cerraría ninguna cama, y no solo ha incumplido, sino que además clausura el doble que el pasado verano, cuando fueron 43. García sospecha que los directivos de Zamora han estado ocultando estas intenciones hasta que el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez ha sido ratificado en supuesto, y una vez con la cartera asegurada es cuando lo han hecho público. Por eso pide la dimisión de ambos. Sacyl, por su parte, sigue con su política de cierre de camas en verano, como todos los años, no solo en Zamora sino en el conjunto de la región, donde se mantienen inoperativas 688 camas en la época estival, según los cálculos de Satse.

El consejero justifica la adopción de esta medida como una adaptación de la infraestructura sanitaria funcionante a la demanda real que tienen los hospitales, lo que supone un ahorro de dinero porque se aprovechan mejor los recursos y se mantiene la calidad asistencial, como indican los estudios que se realizaron tras el cierre del pasado verano.

Los sindicatos, sin embargo, aseguran que el cierre de plantas enteras obliga a desplazar al personal a otros servicios, reduce contrataciones estivales y sobre todo supone perjuicios para los pacientes, que muchas veces acaban en plantas de otra especialidad que tiene poco que ver con su problema de salud.

"Es sangrante que durante el verano, precisamente cuando más población hay en provincias como Zamora, es cuando se reduzcan las camas hospitalarias", indica Milagros García. "Esta reducción de camas disponibles obedece a criterios económicos, algo inadmisible cuando seguimos padeciendo listas de espera en numerosos servicios".