El apoyo del empleo y la iniciativa privada, nuevos proyectos turísticos, la continuidad de obras básicas y, especialmente, la apuesta por los servicios sociales serán los pilares de la nueva etapa en la Diputación, comandada por la popular Maite Martín Pozo, que ayer recibió el bastón de mando de la institución de manos de su compañero de partido y diputado más veterano, José Luis Pernía, en la sesión constitutiva. Martín Pozo tendió la mano a sus nuevos compañeros de Corporación y dedicó palabras de halago a su predecesor en el cargo, Fernando Martínez Maíllo, a quien puso como "ejemplo" de "compromiso, dedicación y perseverancia" por "poner a Zamora en el lugar que merece".

No era una sorpresa que las líneas que trazaría Maite Martín Pozo en el discurso de investidura se parecerían a las de su jefe de filas en el Partido Popular de Zamora, de quien ha tomado el testigo tras el nombramiento de Martínez Maíllo como número tres de la calle Génova. Es más, la nueva presidenta hizo suya una de las máximas del anterior responsable de La Encarnación: "Soy una convencida de que las personas tienen derecho a las mismas prestaciones, independientemente de donde vivan".

Visiblemente satisfecha con su primer discurso oficial, emocionada en la recta final, Martín Pozo quiso añadir poco más ante los periodistas. La titular de La Encarnación prefirió guardar la identidad de las vicepresidencias -"cuando lo decida, lo haré público", señaló-, avanzó que "puede haber un buen ánimo de colaboración" con los grupos políticos de la oposición y señaló que el enfrentamiento durante la campaña con el actual alcalde, Francisco Guarido, ya es historia. "Ha venido a esta casa y yo se lo agradezco", zanjó.

Antes, había marcado la hoja de ruta de la institución de la plaza de Viriato para los próximos cuatro años. Martín Pozo realizará "cuantas reformas sean necesarias" para alcanzar "un futuro mejor, más ilusionante y con más oportunidades para el desarrollo social y económico de Zamora". En este sentido y aunque no es competencia directa de la Diputación, la nueva titular avanzó que "reforzaremos los diferentes planes de empleo puestos en marcha" como compromiso con "las más de 16.000 mujeres y hombres que en esta provincia no tienen empleo".

La diputada nacional se dirigió a los alcaldes de la provincia para pedirles que se involucren al objeto de que Zamora "siga en la senda de la recuperación puesta en marcha por el Gobierno de España", porque "vuestro compromiso es lo mejor que tiene esta provincia", remató arrancando numerosos aplausos.

Su compromiso propio será el de trabajar "todas las horas necesarias para ganar Zamora para sus habitantes". En este sentido y ante los representantes del mundo empresarial y económico zamorano, Martín Pozo aseguró el "apoyo a la iniciativa privada, fomentando la innovación y la competitividad de nuestras pequeñas y medianas empresas, autónomos y emprendedores". Porque la prioridad de La Encarnación en esta etapa será "el asentamiento de las empresas".

La concejala de Piedrahíta de Castro no omitió otro de los aspectos preferidos de su predecesor Martínez Maíllo: el turismo. A este ámbito, la presidenta consagrará "nuevos e innovadores proyectos" con el fin de revitalizar el patrimonio cultural, natural y gastronómico, haciendo referencia a dos aspectos, uno ya materializado -la Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica- y otro por venir, la consecución de Las Edades del Hombre para la ciudad de Toro.

Economía sí, pero también -o quizá más- servicios sociales. Maite Martín Pozo se remitió a su dedicación a este ámbito en el Ayuntamiento de Zamora desde 1996, a su cargo como jefa territorial de Familia y a la portavocía de Servicios Sociales en el Congreso de los Diputados para mostrar su dedicación a "los colectivos más vulnerables", como los niños, los mayores o los colectivos "más vulnerables". Por todo, Martín Pozo trabajará "por la igualdad de oportunidades" y contra lacras como "la violencia de género" porque "para esta presidenta, lo primero son las personas".

Si Martínez Maíllo siempre reivindicó que la Diputación "no solo hace carreteras", su sucesora dejó para el final el importante apartado de las obras. La nueva titular citó el programa de caminos rurales, la actualización de la red provincial de carreteras, así como la rehabilitación de las instalaciones deportivas y la puesta en valor de los teatros de los municipios.

Dos mensajes más. El primero dirigido a la oposición. "Emplazo a quienes alberguen alguna duda sobre mi compromiso con Zamora a que dejen a un lado las declaraciones políticas y se centren en colaborar" con la institución, porque "unidos lograremos que esta provincia sea la de las oportunidades". El segundo para los ciudadanos, ofrecido a los 184.000 habitantes de la provincia y también "a los que viven fuera" y tienen "la intención de regresar a su tierra de origen" en forma de "cariñoso recuerdo".

En la última entrega de su discurso se diluyó la mujer política y apareció "Maite". Su relato se convirtió en una declaración personal para escenificar su acceso al Congreso de los Diputados en noviembre de 2011 y dar las gracias a los suyos, que son, "junto con Zamora, mi razón de ser y de vivir". Martín Pozo se emocionó ante el atril al rememorar "tres notables ausencias: la de mis padres y la de mi hermano" que "hoy están más vivos que nunca en lo más profundo de mi corazón y de mis recuerdos". Y después de todo, un mensaje mirando ya a la vida que le aguarda en La Encarnación: "Y ahora, a trabajar".