"Nuestras principales necesidades son dinero, dinero y dinero". Así de claro se expresó el Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada, Jaime Muñoz-Delgado y Díaz del Río, en un breve y distendido encuentro que mantuvo con los medios de comunicación locales nada más acabar el acto de homenaje a Fernández Duro, más que nada para felicitarse por el desarrollo de la iniciativa y agradecer a autoridades y público el aprecio que una ciudad interior como es Zamora muestra para con La Marina.

Muñoz-Delgado considera, no obstante que "esta austeridad nos ha venido bien para buscar la excelencia en el gasto de los recursos. Nuestras necesidades siguen siendo las mismas que las de España, que la economía vaya bien para conseguir levantarnos de esta crisis".

El Almirante Jefe había destacado en su discurso la presencia de 24 navíos españoles que actualmente están llevando a cabo misiones operativas en los mares del mundo con más de dos mil marineros a bordo, de la plantilla de unas 25.000 personas que trabajan en la Armada. "A lo mejor es culpa nuestra que esa faceta sea poco conocida por la sociedad, o que no hagamos lo suficiente para mostrar ese día a día. Pero la Armada siempre se ha sentido orgullosa de lo que hace sin necesidad de alharacas o estar diciéndolo todos los días. Pero que sean conscientes los zamoranos que la Armada en el día a día está haciendo cosas para la seguridad marítima de España que al final es lo que nos mantiene la economía".

El almirante jefe se mostró muy satisfecho con el sencillo acto, al que incluso respetó el tiempo, ya que la lluvia cesó justo el tiempo preciso para no deslucir las actividades previstas. "Cesáreo Fernández Duro es un hijo de la Armada y de Zamora. Esta es una de las razones de la especial relación que la provincia de Zamora tiene con la Armada, curiosamente una provincia en mitad de Castilla, que no tiene mar, pero por la que la Armada siente un cariño especial. Fernández Duro ha sido un nexo de unión entre Zamora y la Armada".

Efectivamente, los zamoranos que se acercaron hasta la calle de Santa Clara y plaza Fernández Duro, aplaudieron tanto los discursos como las evoluciones de los marinos, que protagonizaron un pequeño desfile por la céntrica rúa, antes de cerrar el acto con el cántico del himno de La Marina.

El agradecimiento del subdelegado del Gobierno se extendió también a los Cubicularios por haber promovido el homenaje.