En torno a 300 zamoranos arroparon el homenaje al capitán de navío Cesáreo Fernández Duro protagonizado por una escuadra de gastadores, la sección de honores del Cuartel General y la Banda de Música de la Armada que, bajo el mando del Almirante Jefe de Estado Mayor Jaime Muñoz-Delgado desfilaron por la céntrica Santa Clara y escoltaron la colocación de una corona en el monumento al insigne marino e historiador en la plaza que lleva su nombre, en la capital.

La jornada comenzó en el Consejo Consultivo con la amena conferencia del capitán de navío (ya retirado) Mariano Juan Ferragot, que desgranó la relación de la Armada con Zamora y sobre todo las muchas virtudes que jalonaron la vida de Fernández Duro (Zamora, 1815- Madrid, 1908) tanto en el combate naval como en otras disciplinas, como geógrafo, historiador de España y Zamora, diplomático o miembro de distintas academias científicas y artísticas.

A continuación los asistentes de desplazaron hasta la calle Santa Clara, donde a la altura de la plaza de Fernández Duro se formaron las escuadras de la Marina para comenzar el acto de homenaje, con presencia de las principales autoridades (faltó el nuevo alcalde, que se encontraba de viaje fuera de la ciudad, o algún representante municipal), además de miembros de academias artísticas y científicas (estaba Rosario Heras, de la de Física, por ejemplo) y el presidente de la Real Cofradía de los Caballeros Cubicularios, Francisco Javier García Faria, promotor del homenaje a Fernández Duro.

Comenzó el acto con los acordes del himno nacional y un recuerdo a los soldados caídos por España, mientras sonaba "La muerte no es el final". "Como valientes lucharon, como héroes murieron", fue uno de los mensajes del emotivo acto.

El subdelegado del Gobierno, Jerónimo García Bermejo y el Almirante Jefe Jaime Muñoz depositaron la corona de laurel en el monumento a Fernández Duro y ambos glosaron la figura del destacado marino e historiador, además de hombre singular en otras muchas facetas, como las de geógrafo o diplomático.

García Bermejo destacó los logros militares de Fernández Duro, que le valieron la Cruz de la Orden de San Fernando, además de su labor en otros campos, con más de 400 trabajos, muchos de ellos dedicados a Zamora. Ayudante de Alfonso XII por su prestigio y experiencia, Fernández Duro se ganó el reconocimiento no solo de la Armada, sino de la ciudad de Zamora, donde una céntrica plaza lleva su nombre.

El subdelegado sacó a colación la relación de la Armada con Zamora, tanto con su presencia desde hace más de 25 años en la Semana Santa y la procesión del Santo Entierro como con otros lazos, que se plasman en la dedicatoria de la plaza de La Marina.