"Entre todos tenemos que ayudar a Zamora, no podemos quejarnos siempre y luego marcharnos sin mirar atrás. En parte, que la cuidad se revitalice es nuestra responsabilidad". Estas son las palabras de María Domingo, una joven zamorana de 28 años de edad que desde hace unos meses regenta "Gestoría Domingo" en la avenida Príncipe de Asturias.

La joven emprendedora apunta que su negocio ofrece un servicio "integral" al que pueden acudir "particulares, comunidades de vecinos, empresas o autónomos". Es, recalca, "una gestoría, no una asesoría, lo que nos da un plus de fiabilidad".

Meter la cabeza en un mercado tan atomizado, reconoce Domingo, es "bastante duro". Lo primero "es que estamos obligados a ofrecer precios muy bajos para darnos a conocer" entre los potenciales clientes. La razón, que "es muy difícil que una empresa cambie la gestoría que le lleva las cuentas por otra. Es algo que casi nunca pasa y solo ocurre cuando ha habido problemas o cuando el precio es exageradamente caro". A partir de ahí, "intentamos competir en línea de calidad para darnos a conocer" porque en Zamora "es muy importante el boca a boca".

Licenciada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Salamanca y poseedora de un Máster en Asesoría Jurídica expedido por la Universidad de Valladolid, María Domingo reconoce que tomó la decisión de abrir un negocio por cuenta propia ante "el hecho de que encontrar un trabajo estable por cuenta ajena es casi imposible". No obstante, "el periodo que trabajé por cuenta ajena me ha servido para coger experiencia que ahora puedo aportar a mi negocio". También "estuve opositando para entrar en Hacienda, pero lo dejé porque prácticamente no salían plazas".

Aunque de momento trabaja sola, la joven zamorana se ha propuesto que su empresa sea además un lugar al que puedan acudir los jóvenes que, como ella, tengan muchas dificultades para acceder a un puesto de trabajo por cuenta ajena. "Hay mucha gente a la que las empresas más veteranas no les dan la oportunidad de entrar a trabajar y creo que eso es algo a lo que las empresas creadas por gente más joven podemos ayudar", apostilla.

Pese a la experiencia en el ramo María Domingo reconoce que obtener todas las licencias y permisos necesarios para abrir un negocio fue "tortuoso". Precisamente por eso "hemos elegido este local", apunta, un recinto céntrico y cercano a todas las administraciones de la capital. "Aunque intentan que todo sea telemático eso es pura teoría porque al final hay que presentar documentos de forma presencial", asegura la emprendedora. En este sentido, apunta que la mayor parte del negocio que ha entrado durante estos meses ha llegado "de las empresas, que necesitan a gente que les lleve todos los trámites administrativos".

Para terminar, la emprendedora lanza un consejo a los jóvenes que, como ella, tengan dificultades para entrar al mercado laboral. "Creo que en un negocio de estas características es importante coger experiencia, trabajar un tiempo por cuenta ajena para saber cómo van todos los trámites". Dicho esto "abrir un negocio es muy duro y a veces resulta muy difícil lanzarse. Sin embargo, la satisfacción de trabajar para uno mismo en algo que te gusta merece la pena".