-La demografía es uno de los grandes problemas que sigue sin resolver en Castilla y León, las políticas aplicadas no funcionan, a tenor de las estadísticas.

-La despoblación necesita medidas políticas, pero no es lo único. Se pueden habilitar medidas destinadas a la conciliación, ayudas, pero hay una dinámica social que nos supera. Muchas personas desean o no tener hijos, o tener uno solo. Es algo que no es exclusivo de aquí, también ocurre en los países nórdicos. Así que habrá que romper esa tendencia, que es difícil.

-Usted conoce muy bien el mundo de la inmigración, ¿no es un contrasentido con las barreras que tratan de limitar la llegada de gente en busca de una oportunidad?

-La inmigración debe regularse. Pero en nuestro país es necesaria. Tenemos que volver a la situación anterior de la crisis, cuando los inmigrantes venían y se integraban, con todos sus derechos, con trabajo, educación...Y en Castilla y León, sería un milagro.