El Ministerio de Fomento está estudiando la posibilidad de abrir la autovía entre Zamora y Benavente en todo el tramo de 49 kilómetros en lugar de poner en servicio la vía de gran capacidad por tramos, como estaba previsto. Así lo señaló ayer el subdelegado del Gobierno en Zamora, Jerónimo García Bermejo, quien a preguntas de los periodistas indicó que "los trabajos de la autovía siguen con normalidad y se van a cumplir todos los plazos estipulados". Estos plazos consistían en abrir al tráfico la infraestructura a partir de mediados de este mes de mayo entre Zamora Norte y Fontanillas de Castro y entre Santovenia y los Paradores de Castrogonzalo y al mes siguiente el tramo central entre Fontanillas y Santovenia.

El hecho de que se esté barajando la apertura total significaría que se adelantaría a mayo la puesta en servicio, antes de las elecciones municipales y autonómicas. No obstante, el subdelegado habló de posibilidad, no de certeza.

La ley electoral impide las inauguraciones a tan pocos días para las elecciones municipales, pero la puesta en servicio de la autovía entre Zamora y Benavente, el último tramo de la Ruta la Plata sería sin duda un importante apoyo para la campaña por parte del equipo que apoya al Gobierno, el Popular, aunque no medie corte de cinta, que se podría dejar para más adelante.

En todo caso la apertura de la autovía es en teoría posible, ya que un alto porcentaje de la obra está ya ejecutado y todo parece depender del arreón final que se de a las obras.

El subdelegado se refirió también a otro asunto de actualidad relacionado con las infraestructuras, concretamente la pasarela sobre las vías de la AVE a la altura de la estación para comunicar los barrios de la zona de Alviar (Alberca, La Villarina y Arenales) con Las Viñas, a la altura del convento de las monjas y calle Antón de Centenera. Jerónimo García Bermejo habló no de promesa, sino de "compromiso firme" de construir la pasarela y reconoció que él personalmente no ha tenido que hacer ninguna gestión especial sobre el asunto, ya que "lo dejó cerrado" su antecesora, Clara San Damián, y tan solo queda "concretar los plazos" para su realización.

La pasarela estaba prevista inicialmente por ADIF, aunque luego la retiró del proyecto por su elevado coste, superior a los 200.000 euros. Justificó la medida aduciendo que no era necesaria al haberse cambiado una de las dotaciones a las que daba servicio. Sin embargo los vecinos siguieron reclamando con insistencia el paso elevado.