Una parte de las esculturas que adornan la Catedral de León -una de las joyas góticas del país- encontraron reflejo en obras mayúsculas de la diócesis de Zamora. No fue casualidad. La misma escuela que dio forma a vírgenes y santos en la tierra vecina se trasladó a la provincia en el siglo XIV para repetir un mismo estilo, excelso en la ejecución. Es una de las sorpresas del estudio elaborado por el historiador zamorano Sergio Pérez y su colega Rubén Fernández Mateos, quienes coincidieron años atrás en la Fundación Santa María la Real. Aquella cuadrilla de artistas tenían un líder al que han dado en llamar el "maestro de la Calva" por ser la Virgen de la Majestad de la Seo zamorana obra primigenia y carismática.

"Nos dimos cuenta que se había publicado mucho sobre arquitectura medieval en Zamora, pero nadie había abordado de manera seria la imaginería", reflexiona Sergio Pérez para justificar el trabajo "La imaginería medieval de Zamora entre los siglos XII y XVI", del que nace el sorprendente descubrimiento. El estudio puso el foco en una serie de piezas "con mucha relación con los talleres catedralicios de León". Según narra el historiador, "como todos los de la Edad Media, el maestro no tiene nombre". Por este motivo, lo bautizaron como "el de la Calva".

A partir de aquella imagen, principios del siglo XIV, el taller trabajará en el entorno zamorano. "Suponemos que es un maestro con una serie de oficiales, un taller reducido que se forma en León al calor de la construcción de la Catedral. Sobre todo a partir de 1277, cuando toma las riendas el responsable Juan Pérez", explican los autores de la investigación.

Pero, ¿cuáles son esas características que permiten identificar las esculturas de aquí y de allá? Según afirman los historiadores, se trata de imágenes "con unas facciones poco esbozadas, ojos almendrados muy definidos". Las figuras más representativas son vírgenes que presentan "una frente muy despejada, cejas altas, nariz y boca pequeña aunque definida". "Los rasgos son muy suaves y el acabado, excepcional", opina Sergio Pérez, quien enfatiza la calidad de "los acabados en piedra" porque "parecen difíciles de conseguir". Como en la Virgen de la Calva de la Catedral, las imágenes portan "una diadema característica que ciñe el velo".

El estilo es "un gótico muy definido e influenciado por lo francés". Según detallan los historiadores, las figuras "son más naturalistas" porque "del frontalismo y del hieratismo de las imágenes románicas pasamos a otras más veraces, reales y con más movimiento". Las mismas obras que hallamos en portadas y capillas de la Catedral de León se encuentran en la de Zamora o en la espectacular portada de Santa María la Real de La Hiniesta.

Estas son algunas de las más de 300 piezas catalogadas por Sergio Pérez y Rubén Fernández. Su trabajo, iniciado en 2010, con una beca del Instituto de Estudios Zamoranos podría ver la luz "si Dios quiere" este mismo año.