El Ballet Nacional de Argentina, tras apenas un año de vida, aterriza esta tarde en el Teatro Principal de Zamora. Es la primera parada de la gira española que les llevará por quince ciudades en las que mostrarán el proyecto "Danza por la inclusión" de la mano de Iñaki Urlezaga, director y primer bailarín de la compañía.

-Hoy presentan en España el proyecto "Danza por la inclusión".

-Es un proyecto que surgió en el Ministerio de Desarrollo social del Gobierno de la doctora Alicia Kirchner, que preside el Ministerio y en el que hemos trabajado duramente desde el año 2013. Hemos viajado por toda la Argentina juntando bailarines y haciendo audiciones abiertas, desde las capitales más grandes del país hasta los rincones más pequeños y aislados que no tenían la oportunidad de tener acceso económico para ir a Buenos Aires. Tras las pruebas, hemos conformado un elenco de 48 bailarines que esperamos que puedan ser 60 a medida que se puedan ir sumando a la compañía. Es la primera gira que hacemos en el exterior y estamos muy felices de dar un paso grande en Argentina para la danza. Este proyecto reúne a todo el país y nos da una fuerza grande para estar aún más unidos.

-La inmensa extensión del territorio dificultaría la realización de las pruebas.

-Geográficamente es un país demasiado grande y desigual en muchas zonas, ya que en unas es muy fértil en unos y muy carente de recursos en otros. Eso se nota también en los bailarines, ya que los que vienen de algunos lugares tienen mucha más educación en la danza que otros.

-¿Es muy diferente de la situación de la danza en Europa?

-No demasiado. La gran diferencia está aquí en España, donde no hay compañías de clásico como en el resto de Europa. Las deficiencias que tenemos allí son geográficas y políticas, como en cualquier otro país que haya acarreado tantos años de pobreza e indefensión. Poco a poco vamos consolidándonos y nos vamos abriendo al mundo. Es un cambio lento, pero ahora tenemos una Compañía Nacional de Danza, algo que antes era imposible de concebir.

-Es una compañía muy joven, ya que hace poco más de un año que se formó.

-Sí. Es un logro para todos los argentinos haber hecho algo así. La felicidad es doble, por un lado por el hecho artístico de poder formar una compañía y por el otro por saber que lo hemos hecho en un país tan adverso y con tantas dificultades.

-¿Cree que sería interesante exportar un proyecto como este en otros países de Europa como España?

-Cada pueblo tiene su origen, su desarrollo y su fin. Me parece raro que en lugares donde hay tantos teatros no exista la danza y las compañías como tales. Es algo paradójico que haya bailarines europeos y españoles tan buenos que aquí no pueden estar.

-¿Sigue habiendo prejuicios sobre la danza?

-No sé en España porque no vivo aquí y no sé su mentalidad, pero forma parte de Europa, un continente muy rico y fecundo culturalmente hablando. Todas las artes son muy valoradas, no sé si hay mayor afinidad hacia unas u otras, pero no creo que a estas alturas no se trate a la danza como un arte en sí, ya que es una de las expresiones más efímeras y hermosas del espíritu.

-Con algo menos de cuarenta años, usted ya está al frente de la compañía nacional de su país, aunque siga siendo a la vez el primer bailarín.

-Con toda la experiencia que he juntado a lo largo de los años, estoy muy feliz de poder ayudar a los bailarines. Estoy en la transición entre bailarín y coreógrafo y los puedo comprender y disfrutar sus logros.

-¿Son roles muy diferentes?

-Sí, pero tengo la suerte de que ambas cosas están entrelazadas en mí y no siempre es así. Hay de todo en la disciplina, de la misma forma que hay diferentes ramas, desde el clásico al contemporáneo, que son diferentes pero tienen mucho que ver entre sí.

-¿Qué espectáculo verán los zamoranos que se acerquen hoy al teatro?

-Es algo así como una antología de la danza clásica en sus diferentes estilos y concepciones. Hay una pieza de finales del siglo XX, otra de 1800 y otros pedacitos de otras obras como La Traviata, El Corsario o la Muerte del Cisne. Espero que se vea nuestra cultura, nuestra forma de bailar y que se vea la compañía y se disfrute viendo el espectáculo.