En su visita a Zamora para supervisar las obras del AVE la ministra de Fomento, Ana Pastor, respaldó la versión de ADIF y, pese a las evidencias, negó que hubiera tramos del AVE parados entre la capital y la provincia de Orense. Sí admitió que cuatro de los veinte tramos en obras en ese trayecto estaban pendientes de un modificado, aunque ratificó 2018 como fecha de puesta en servicio del AVE a Galicia. Como en su día afirmara el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, la ministra se mostró reacia a admitir ningún tipo de sobrecostes en el AVE, salvo que estos estén justificados. Por ello ADIF estaba estudiando las propuestas de modificados de las empresas "con lupa", ante el temor de que los cambios que proponen las constructoras pudieran suponer sobrecostes injustificados en las obras. La estrategia del ADIF y de Fomento desde la llegada de la zamorana al Ministerio es controlar que no se gaste ni un solo euro más de los necesarios. De hecho, en la línea se han introducido distintos cambios para aminorar su coste, caso de la vía única en bastantes kilómetros del trazado o la reforma de las estaciones, que se ha dejado en el mínimo imprescindible. Hay que tener en cuenta que las obras de la alta velocidad ferroviaria son carísimas y como ejemplo se puede poner el tramo del túnel de Padornelo, cuesta 108,8 millones de euros debido a que, aunque son pocos kilómetros, la orografía es complicadísima.