Los efectos del "boom" de la construcción pueden verse mejor desde el cielo. Eso es al menos lo que han pensado tres ingenieros madrileños, que han impulsado la página web Nación Rotonda para comparar los paisajes de antes y de después de la enorme expansión del ladrillo. Y, como no podía ser de otra forma, los efectos de la burbuja también se dejan notar en Zamora.

La web incorpora varias fotografías de Zamora y muestra, a través de unos gráficos interactivos, la evolución de lugares conocidos de la capital y la provincia. Una de las zonas más llamativas es la del entorno de Vista Alegre. La construcción de urbanizaciones o del centro comercial ha cambiado drásticamente el paisaje de la zona. Llama la atención, como en el resto de lugares, el cambio de tonos verdes por otros marrones. Algo similar pasa en la urbanización Siglo XXI, que en 2003 era campo verde para convertirse en lo que es ahora. En Villaralbo la construcción no ha supuesto grandes cambios "a vista de pájaro" pero, al igual que en resto de zonas, contrasta el cambio de "color".

El cambio del paisaje coincide en el tiempo con los excesos en el sector de la construcción. Así, según los datos de Fomento, el parque de viviendas se ha incrementado en casi 20.000 unidades entre los años 2003 y 2013, una cantidad destacable teniendo en cuenta las dimensiones del parque de viviendas de Zamora en comparación con otras provincias españolas. Si en 2003 Fomento estimaba que existían 122.697 viviendas en Zamora, la cifra pasó a 140.342 una década después. La situación, no obstante, ya venía de antes, pues la cifra de viviendas ascendía a 116.042 en el 2001. Basta comparar las cifras para constatar un incemento de 24.300 viviendas en solo doce años, una cantidad imposible de asumir vista la demanda de Zamora.

Los excesos se han dejado notar en el paisaje y harán lo propio durante muchos años en la economía. La tan elevada cantidad de casas construidas en base a una demanda antes elevada (no tanto como para asumir todo lo construido) pero ahora casi inexistente dejará un stock de viviendas que se arrastrará durante años. 2.703 casas nuevas de Zamora no han encontrado todavía comprador. La cifra baja, poco a poco, pues un año antes ascendía a 2.873. A este ritmo, los zamoranos podrían surtirse de viviendas ya construidas durante años y no habría necesidad de obra nueva. Así lo entienden las constructoras, cuya actividad se ha reducido drásticamente.