La capital de la provincia acumula un total de 67 piezas de las 1.352 inventariadas por la restauradora e historiadora Virginia Flores. No es casualidad este compendio de expresiones artísticas dado el importante patrimonio arquitectónico que se acumula en la ciudad de Zamora. Así, aparecen catalogadas diferentes obras en templos como la Catedral (neoclásico, de Ventura Rodríguez), la iglesia de San Torcuato o la iglesia de San Vicente Mártir. No obstante, ninguno de ellos ha conseguido colarse en el top tres de retablos que más han llamado la atención de la investigadora. En esta lista aparecen, en primer lugar, el de El Salvador de Morales de Toro, de estilo plateresco; el de la iglesia de Cerezal de Aliste, del siglo XVIII y restaurada en 2001; y el del Salvador de la iglesia de Valdescorriel, de principios de siglo XVI y restaurado a finales de los años ochenta.