La Fiscalía Provincial de Zamora abre una investigación para determinar si los quintos de Montamarta se enfrentarán a penas de hasta un año de prisión en caso de que cometieran un delito en la carrera de los gallos, al colgar dos aves de una cuerda para arrancarles la cabeza desde el caballo en el que cabalgaban. Un delito del que también sería responsable subsidiario el Ayuntamiento, al ser el encargado de autorizar y controlar festejos.

La aplicación del Código Penal solo será posible si durante las pesquisas que se lleven a cabo, en colaboración con el Seprona y la policía judicial, se demuestra que las dos aves utilizadas el 18 de febrero pasado estaban vivas durante la carrera o que se mataron a tal fin. En tal caso, se considera que existe un delito de maltrato animal, infracción penal que implica condenas de entre tres meses y un año de prisión e inhabilitación de uno a tres años para ejercer profesión, oficio o comercio relacionado con animales.

En concreto se aplicaría el artículo 337 del Código Penal, aprobado en el año 1995, que dice textualmente que se castigará al que "por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente a un animal doméstico o amansado, causándole la muerte o lesiones que menoscaben gravemente su salud". La Fiscalía y la Guardia Civil tienen por delante la difícil tarea de reunir testimonios en el propio pueblo de Montamarta y pruebas que les permitan confirmar que efectivamente se mató a los animales en la carrera con caballos con el único propósito de festejar la entrada de los jóvenes vecinos en la mayoría de edad, en los 18 años, una tradición que se prohibió hace dos décadas al incluirse como delito en la legislación española y que llevó a sustituir a los gallos por cintas.

El delito se quedará en infracción administrativa, con la imposición de una multa a los responsables del acto y a sus protagonistas, si la Fiscalía concluyera que los gallos estaban muertos y que no se sacrificaron expresamente para colgarlos de la cuerda al objeto de que los jinetes le arranquen la cabeza al pasar con su caballo. En este caso, sería la Delegación de la Junta en Zamora la institución que abriría un expediente para determinar la multa a quintos y Ayuntamiento, si la entidad local tuvo conocimiento del acto con gallos. La institución local es "responsable subsidiaria del festejo", advirtió la Asociación Defensa Animal que cursó la denuncia. "El testimonio de dos testigos presenciales, vecinos de la localidad" fue determinante para que se iniciaron acciones "contra los organizadores de la carrera de gallos" ante la Dirección General de Desarrollo Rural y Agroalimentación de la Junta, explicó a este diario la portavoz de la Asociación, Miriam García.

La Fiscalía interviene ahora a petición de la Junta de Castilla y León, que acaba de remitirla toda la documentación relacionada con este caso para que se depuren responsabilidades penales si las hubiera.

La Junta ha decidido que primero intervenga el Ministerio Público, que dispone de una fiscal especializada en delitos de Medio Ambiente, para que se descarte la comisión del posible delito. Entre las primeras actuaciones, estará la citación del alcalde, Rogelio Conde García, que negó conocer los hechos denunciados; de los jóvenes que celebraron la carrera, de quienes existen fotos; y de los vecinos de Montamarta que la presenciaran.

Conde García también emprendió una investigación para conocer lo que ocurrió el 18 de febrero pasado, fecha en la que aseguró encontrarse fuera de la localidad que preside como alcalde, no sin precisar a este diario que "el Ayuntamiento no ha autorizado nunca ningún acto de este tipo", "perplejo e indignado" al conocer los testimonios recogidos por Defensa Animal Zamora. El regidor declaró entonces "no tener constancia de la celebración de ninguna carrera de gallos, ni vivos ni muertos, en Montamarta, y mucho menos de haberla autorizado". Asimismo, manifestó que en dicha localidad "durante las celebraciones de los quintos se corre con cintas, no con gallos". Si alguien organizó tal festejo con los dos gallos, vivos o muertos, "fue por su cuenta y riesgo", agregó.