Las asociaciones de consumidores y usuarios bancarios han censurado el hecho de que las entidades financieras cobren, desde hace meses, una comisión por ingresar dinero en efectivo en la cuenta de una tercera persona. Según estas agrupaciones la medida demuestra una "usura desmedida" por parte de los bancos y cajas de ahorro. Las cantidades varían entre los cuatro euros en el peor de los casos y los dos euros por ingreso en el mejor, detallan desde la Unión de Consumidores. Prácticamente todas las entidades financieras con sede en Zamora aplican ya este concepto, algo que se ya sufren los bolsillos de los consumidores.

La mayoría de las entidades analizadas por las organizaciones de usuarios argumentan que deben cobrar porque tienen que indicar el nombre o el concepto y eso representa "un justificante especial o adicional". En consecuencia, dicen los consumidores, siempre que el usuario "no pretenda un servicio adicional al del simple ingreso en efectivo las entidades no están habilitadas para adeudar comisión alguna".

El Servicio de Reclamaciones del Banco de España ha recibido ya quejas al respecto y, según indican desde la Unión de Consumidores, "ha resuelto la controversia". En los casos en los que el cliente quiera que aparezca el concepto del pago -derrama, número de factura o mensualidad- las entidades estarían habilitadas a percibir la comisión correspondiente. Aunque los bancos pueden establecer las comisiones a su antojo solo pueden percibirlas por los servicios que efectivamente presten. En caso de un ingreso en cuenta sin más detalles "no se entiende qué gasto puede existir" para justificar el cobro de la comisión.

El cobro de cuatro a dos euros por realizar un ingreso puede eludirse si se realiza por cajero automático, algo claramente difícil para personas mayores no acostumbradas a este tipo de gestiones electrónicas. La Unión de Consumidores argumenta que "no es de recibo que, quienes nos han estado estafando con preferentes, subordinadas, cláusulas suelo y otra tropelías, ahora que se les han acabado esos chollos, inventen otros nuevos". Los consumidores piden además que no se envíen todas las gestiones a los cajeros automáticos pues ello supone la pérdida de puestos de trabajo en los bancos y cajas.