Lejos de la imagen que ofrece el Consultivo de lugar burocrático, la institución de dirige Mario Amilivia trata a diario problemas muy cercanos a los ciudadanos. Así, en un caso de los dirimidos el pasado año el reclamante "manifiesta que se encontraba en el cementerio para dar sepultura a un familiar". Expone que "al llegar al cementerio municipal de Zamora, coincide con el sacerdote que iba a oficiar el funeral y le pide cubrirle con el paraguas para poder efectuar las lecturas religiosas, a lo que accede, por lo que camina junto a él. Cuando llegan a la tumba en la que iba a ser enterrada la fallecida, el reclamante sufre una tremenda caída y cae en la tumba contigua, que se encontraba aún abierta, preparada para un futuro funeral, motivo por el cual el hueco del suelo solo se encontraba cubierto por dos finas chapas, careciendo la misma de señalización. Que el sacerdote pisa la esquina de una de las chapas y al pisar el reclamante más en el centro, hace que estas se hundan por los laterales y el lesionado cae en el interior de la fosa (...) cuya profundidad es de aproximadamente 2,25 metros". Este ciudadano reclama al ayuntamiento donde se produjeron los hechos una indemnización de 6.504,22 euros por los días de baja y las secuelas padecidos. El Consultivo, sin embargo, considera que no procede tan indemnización. Y recuerda que "ha señalado en varias ocasiones que las lápidas o rasillas que cubren las sepulturas no son zonas de paso o deambulación de los cementerios ni lugares en los que las personas puedan subirse para observar lo que acontece en sepulturas colindantes, no sólo por el respeto debido a los difuntos y sus familias sino también por motivos de seguridad". Los hechos ocurrieron en 2013.