La experta en orientación familiar Sara Pérez Tomé ha sido la encargada de abrir las charlas del "Mes de la Salud" organizado por Caja Rural con la conferencia "Edad de Oro: Edad para todos". Esta semana, la familia será la protagonista de las conferencias.

-¿Qué papel juegan las personas mayores en nuestra sociedad?

-Son mucho más que los abuelos. Su experiencia y el tiempo que tienen es un gran valor y un tesoro. No son enfermos porque sean mayores y podemos animarles a que sigan trabajando como antes pero a través de ONGs o labores sociales o ayudas familiares. Ellos vienen de una cultura donde hablar de los sentimientos no es positivo y deben saber que gran parte de su estabilidad viene de saber perdonar y reconocer errores.

-En una ciudad envejecida como Zamora se dan más esas actitudes dañinas y conflictos culturales?

-Entienden el rango de autoridad como poder. El mundo no es así y hoy en día es más atractivo ser una persona que es capaz de adaptarse a las nuevas situaciones y que maneja mejor la autoridad que te dan los años y no del poder que te otorgan.

-¿La soledad en muchos mayores es decisiva en este tipo de actitudes?

-Sí. Cuando una persona se queda sola después de una larga vida en común puede seguir proyectando su vida aunque esa persona no esté. No te parten por la mitad cuando te quedas viudo. Lo bueno o malo que tuviera la persona que murió no se va con ella.

-¿Y en el caso de las personas mayores que rehacen su vida?

-El trauma viene de las nuevas generaciones. Hay hijos a los que molesta que sus padres rehagan su vida porque se lo toman como una traición al progenitor muerto. Hay que ser capaces de entender que las personas siguen viviendo y no se entierran con la persona que muere. Una amiga mía decía que a los viudos no había que darles el pésame, y es cierto. Sobre todo en el caso de los hombres, ya que la soledad les aterra.

-¿Sigue siendo un grave problema dentro de la familia?

-Muchos se oponen frontalmente por las herencias. Entramos en una rivalidad económica terrible que es lo peor para la emocionalidad de las personas mayores porque les entra miedo a que sus hijos les rechacen.

-¿Cuáles son los principales problemas que se encuentran en su gabinete?

-Problemas de pareja y de padres con adolescentes y también la interferencia de las familias políticas en las parejas. Hay una falta de entendimiento cultural que parece obligar a los suegros y suegras a hacerse valer por el mal entendimiento con las familias, algo muy triste. El "mi hijo es mío y mi nuera no va a ser más que yo" ha hecho mucho daño.

-El modelo de familia ha cambiado mucho. Familias monoparentales, matrimonios separados o parejas homosexuales con hijos. ¿Cómo afecta al niño?

-Los nuevos modelos son más incompletos. La complementariedad de roles masculinos y femeninos en una familia homosexual no existe, y si es una familia monoparental falta uno. Cuando uno decide meterse en este tipo de familias sabe que va a tener ciertas carencias que no van a ser fácilmente sustituibles y menos por un abuelo. Cuando uno decide libremente formarla sabe que va a tener que multiplicar por dos su dedicación y que no por ello tiene el éxito garantizado. El problema está en los adolescentes que se cuestionan el por qué de las cosas igual que sucede con los niños adoptados que se preguntan quiénes son sus padres. No es que sea algo cultural. La unión de un hombre y una mujer da niños y cuando no se cumple esa regla o no se conoce el árbol genealógico los adolescentes se cuestionan su vida.

-¿Verdaderamente este tipo de familias afectan al buen desarrollo de la personalidad del niño?

-Cuando falta un rol les falta una parte complementaria fundamental. Cada uno tenemos una manera de pensar que va implícito en nuestra persona y somos personas sexuadas que resuelven conflictos en función de nuestro sexo. Cuando un sexo no está completo qué duda cabe de que al niño le llega una percepción diferente y él se pregunta por qué.

-¿Esto puede cambiar ahora que incluso hasta el Papa parece que se abre ante el nuevo modelo de familia?

-Aunque el Papa tenga nuevos gestos, no afectan al punto neuronal. Desde que el hombre es hombre su vida se ha resuelto a través de tribus divididas en familias. El cambio tan fuerte de valores y las nuevas influencias han hecho que creamos que este modelo es obsoleto y no lo es, pero no todo el mundo vale para ello y tendemos a pensar que, salvo curas y monjas, todos podemos casarnos y tener hijos. Ahora que la mujer está integrada en el mundo laboral y no tiene prisa ni obligación de unirse a alguien para vivir, no entiendo por qué muchas mujeres llegan al matrimonio sin saber a lo que van.

-Aunque esté aceptado el divorcio sigue siendo traumático?

-La ruptura emocional es tremenda y va más allá de un cambio de domicilio o una sentencia que se carga una familia y la reduce a un acuerdo económico.

-¿Y en el caso de las parejas donde hay maltrato en el núcleo familiar? ¿Los niños tendrán siempre esa marca?

-Es terrible. En casos tan dramáticos, es increíble que haya gente que decida aguantar vejaciones por pasar la vida con otra persona y otra gente que ante cualquier tontería decida romper el matrimonio en lugar de solucionarlo. Si nos valoramos por lo que somos, podemos decir no a una persona dañina o decir sí a pesar de sus defectos. Es un error aguantar por tus hijos, porque tarde o temprano se van, pero la madre o el padre es quien se queda hecha polvo según haya aceptado ese proceso.