Gran parte de la importancia de este hallazgo científico se explica por la similitud entre el Orógeno Varisco y lo que actualmente está ocurriendo en la cordillera Bético-Rifeña y en los Cárpatos. El fenómeno estudiado, que se produjo en el oeste de Europa hace unos 300 millones de años, configuró en gran medida la geología actual a través de la curvatura de la litosfera. Es decir, que de aquel plegamiento surgieron las rocas actuales. Ahora, consideran los expertos, el fenómeno se repite entre España y Marruecos, así como en la cordillera del este de Europa. Esta última, precisamente, será el siguiente objetivo de estudio de los investigadores.