Mediados de mayo es la fecha que barajan las empresas constructoras de la autovía entre Zamora y Benavente para la entrada en servicio de los dos primeros tramos, el primero y el último, que suman más de 31 kilómetros de los 49 totales del trazado. Según informaron fuentes próximas a los responsables de los trabajos de construcción, las obras están muy avanzadas en buena parte de los tramos, por lo que se baraja la fecha del entorno del 15 de mayo como propicia para la apertura al tráfico del primero de los tramos, el que discurre entre la A-6 (Castrogonzalo) y Santovenia del Esla, de 14,3 kilómetros de longitud, y el último, entre Fontanillas de Castro y Zamora Norte, de 16,9 kilómetros. Un par de meses más tarde entraría en servicio la totalidad de la autovía, con la puesta en marcha del tramo intermedio, el que discurre entre Santovenia del Esla y Fontanillas de Castro, de 17,7 kilómetros de longitud.

Los plazos son los que manejan los responsables de las obras, de los que ha tenido conocimiento este diario de fuentes próximas a los mismos, pero hay que dejar claro que no existe fijada una fecha oficial de apertura de la autovía. En caso de producirse finalmente en la fecha indicada, mediados de mayo, no sería posible la inauguración oficial, porque la cercanía de las elecciones impediría realizar acto inaugural, si bien solamente la apertura de la puesta en marcha de la reivindicada infraestructura sería, sin duda, un tanto a favor para el partido en el Gobierno.

Los plazos barajados supondrían un ligero adelanto sobre las fechas facilitadas en septiembre de 2013 por el entonces secretario de Estado de Infraestructuras (hoy ministro de Justicia), Rafael Catalá, durante el acto de colocación de la primera piedra, que hablaba de 22 meses para los tramos de los extremos y de 24 para el central. Teniendo en cuenta que las obras habían comenzado un mes antes, en agosto, serían ese mes y el anterior junio las fechas inicialmente previstas. Hay que tener en cuenta que en esta obra quien pone el dinero es quien construye y explotará la autovía, por lo que cuanto más rápido vaya y cuanto antes la ponga en servicio antes empezará a cobrar el canon del Estado.

El nuevo tramo de autovía permitirá una conducción más cómoda, rápida y segura que el tránsito actual por la carretera N-630. A los vecinos de localidades como Barcial del Barco, Villaveza del Agua, Santovenia, Granja de Moreruela, Riego del Camino, Fontanillas de Castro y Montamarta les evitará el paso de hasta 8.000 vehículos que de media circulan diariamente por las travesías de estas poblaciones.

El trazado de la autovía discurrirá cercano a la antigua carretera N-630 para minimizar las afecciones ambientales. Contará con dos calzadas de dos carriles por sentido separadas por una mediana de 10 metros, y está diseñado para circular a 120 km/h.

La autovía tendrá nueve enlaces que permitirán el acceso a las localidades y el viario del entorno, de norte a sur: Castrogonzalo, conexión de la nueva autovía A-66 con la autovía A-6, Santovenia-Villaveza, Santovenia, conexión con la carretera ZA-123, Riego del Camino, Fontanillas, conexión con las carreteras N-630 - N-631 y Montamarta.

Para que la autovía supere el paso sobre cauces y vaguadas, y dar continuidad a carreteras, caminos, vías pecuarias o pasos de fauna interceptados por la autovía, se construirán cinco viaductos, 34 pasos superiores y 14 pasos inferiores. Con ello se asegura la adecuada permeabilidad transversal de la infraestructura sobre el territorio circundante. Entre ellas destaca el viaducto sobre el embalse de la presa de Ricobayo en el río Esla, que tendrá unos 240 metros de longitud.

El contrato de concesión entre el Ministerio de Fomento y el consorcio formado por las empresas Cintra, Acciona y el fondo Meridiam para la construcción, conservación y explotación del tramo Benavente-Zamora durante un período de 30 años tiene un valor total de 1.054 millones de euros, repartidos durante este periodo de tres décadas.