Las delegaciones diocesanas de enseñanza de Castilla y León han mostrado su disconformidad con la aparición de la asignatura de religión en el marco de materias optativas y no como enseñanza fundamental. En una carta remitida a la Junta de Castilla y León, estas organizaciones aseguran haber "constatado con sorpresa" la no inclusión de la asignatura en el nuevo currículo básico de Bachillerato, lo que provoca que sea cada comunidad autónoma o las necesidades de cada centro escolar las que determinen su utilidad. Algo que, aseguran, "podría suponer la desaparición de la asignatura de religión en el Bachillerato".

En la carta que las delegaciones diocesanas han enviado a Juan Vicente Herrera, las organizaciones explican que se están vulnerando acuerdos de más de 30 años. "El hecho de que el Real Decreto pueda aplicarse discrecionalmente en comunidades autónomas supone que el Gobierno no está aplicando adecuadamente los acuerdos firmados con la Santa Sede en 1979 y plenamente constitucionales en razón del bien común que supone la educación, instrucción y cultura integral", asegura el documento. "Ofrecer la enseñanza de la religión en la escuela, incluido el Bachillerato, es un deber del Estado", explican. "La desaparición de esta asignatura significaría que muchos jóvenes sufrirían una pérdida cultural muy significativa, ya que la materia posee su propio estatuto epistemológico", detallan.

El objetivo de las delegaciones es que la Junta "ponga en marcha los mecanismos necesarios" para garantizar que los alumnos y las familias que cuentan con la religión como asignatura fundamental, puedan seguir manteniéndola "en condiciones horarias dignas, porque lo importante son sus beneficios académicos y humanos".