El presunto asesino de Adolfina Puello y su hija Argelys, cuyos cadáveres aparecieron en un pozo de San Vicente de la Cabeza, en Zamora, el pasado mes de noviembre, tendrá que enfrentarse en el día de hoy a una rueda de reconocimiento dentro del proceso de investigación que se está llevando a cabo en Madrid. Según ha podido confirmar este diario, una de las personas que acudirá a la cita será la casera de madre e hija dominicanas, aparte de otras tres mujeres. Mientras tanto, los cuerpos de las fallecidas continúan en el Instituto de Medicina Legal de Zamora a la espera de que concluya la instrucción del caso para ser repatriados a República Dominicana, como así desean los familiares residentes en el país americano.

El dilatado proceso de investigación de los asesinatos de la madre e hija dominicanas que aparecieron muertas en Zamora continúa su curso. Raúl Álvarez, el autor confeso de la joven Adolfina Puello y de Argelys, de tan solo 9 años, se enfrentará hoy en la capital del país a una rueda de reconocimiento. Está previsto que en esta cita se presente la casera de las fallecidas, cuyo piso en alquiler en la calle Sancho Panza del distrito madrileño de Vallecas pudo ser el lugar del crimen según hipótesis manejadas por la Policía. Allí, de hecho, se presentaron varios agentes mientras ambas permanecían desaparecidas y después de que aparecieran muertas en el pozo de la localidad alistana de San Vicente de la Cabeza.

Mientras la investigación sigue su curso en el Juzgado de Violencia de Género número 2 de Madrid, los cuerpos de Adolfina y Argelys continúan en el Instituto de Medicina Legal de Zamora. El deseo de la familia de las finadas residente en República Dominicana es que los cuerpos puedan viajar cuanto antes para "que descansen en su país", como así afirmó a este diario José, el hermano de Adolfina. Sin embargo, no podrán ser enterrados fuera de España hasta que concluya la instrucción judicial. Es decir, hasta que el juez decida la apertura del juicio oral, en prevención de que se deban tomar nuevas muestras de los restos mortales de ambas, si fuera preciso para acotar alguna de las pruebas tomadas durante la autopsia o alguna otra que exijan las partes personadas en la causa, como explicaron a este diario fuentes judiciales.

El avanzado estado de descomposición de los cadáveres, por otra parte, tampoco permitiría su traslado sin ser incinerados hasta la República Dominicana, según explicaron las mismas fuentes. No obstante, la incineración no podrá llevarse a cabo sin contar con la orden judicial. A la espera de que concluya el proceso, el gobierno de República Dominicana ya ha mostrado a la familia su compromiso para hacerse cargo de todos los costes que suponga la repatriación de los cadáveres de Adolfina y Argelys y que, según estimaciones, podrían llegar a superar, en conjunto, los 4.000 euros.