Todavía conmocionados por la noticia de los sucesos de estos últimos días en Francia, las primeras palabras de los zamoranos residentes en el país vecino son de rechazo unánime a los atentados. "Cualquier ataque terrorista en el que haya víctimas mortales es deplorable, más aún cuando se perpetra contra personas cuyas únicas armas eran sus bolígrafos y su libertad de expresión", resume Jorge Castaño, fisioterapeuta. Por su parte, Elisabeth García, profesora universitaria, lo califica de "barbarie indescriptible".

Todos coinciden en señalar que lo vivido en el país será un empujón electoral para el Frente Nacional, partido de extrema derecha con Marine Le Pen a la cabeza. "La gente necesita sentirse protegida y estos sucesos hacen que la población se acerque y se interese más por este tipo de partidos", lamenta María Fernández, de padres zamoranos emigrantes, nacida en París. "Muchos lo seguirán por miedo", añade Laura de Castro, profesora.

"Un millón de votos más para Marine", fue la conclusión de uno de los pacientes de Jorge Castaño el mismo día del atentado en la redacción de "Charlie Hebdo". Por su parte, la periodista Yaiza Martín reflexiona sobre que "habrá que esperar a las elecciones, en 2017, para comprobar si verdaderamente va a haber consecuencias más directas".

Sin embargo, los zamoranos afirman que "de ningún modo" estos sucesos serán un freno a la libertad de expresión. "Apuntando a los periodistas han apuntado a nuestra libertad. No hay derecho a quitar la vida a un ser humano porque no tenga la misma opinión, pero no debemos callarnos ni dejar de pensar en alto por miedo a que nos maten", razona María Fernández.

"Francia ha perdido un referente en este sentido, con personas de sobra conocidas por su valentía y su lucha constante a través de las viñetas satíricas", apunta Yaiza Martín, quien valora la reacción de todos los medios, no solo franceses. "No se han callado, de hecho esto les anima mucho más a seguir. A los periodistas de verdad estas situaciones les alientan a continuar con su labor diaria", aplaude.

Elisabeth García apoya esta idea aludiendo a las movilizaciones en toda Francia. "Los ciudadanos llevan carteles donde se proclama la solidaridad con la revista bajo el eslogan "Je suis Charlie" . Todos los partidos políticos y los representantes de las diferentes religiones han expresado en común su rebelión y su unión en defensa de la libertad, del respeto a los valores que los unen, para mantener una cohesión social marcada por la tolerancia", describe.

Una tolerancia que, según María Fernández, ha existido siempre en este país. "Francia ha sido muticultural y se ha podido vivir junto a la gente de cultura y religión diferentes. Los musulmanes nunca han sido rechazados, como tampoco lo han sido los cristianos o los judíos. Aquí todo el mundo es libre de vivir con su religión", defiende.

Eso no es óbice para que muchos de estos zamoranos hayan comprobado en sus lugares de residencia que las tensiones entre franceses e inmigrantes musulmanes se han multiplicado en los últimos meses. "Lo que más me preocupa es que esta situación se generalice, porque en fondo son solo grupos de gente que tachan la imagen del total. Ni todos los franceses de origen árabe son radicales islamistas ni todos los nacionales están contra la población de origen musulmán", ratifica Laura de Castro.

"Ahora mismo queda poco de la palabra "fraternité" en el país y esto favorece a que haya una ruptura social grave y un rechazo a la población musulmana, cuyo tanto por ciento es muy elevado en Francia", advierte Yaiza Martín. "Por un lado tenemos el auge de corrientes políticas nacionalistas y por otro una minoría de musulmanes nacidos en Francia que no llegan a integrarse correctamente. Hace falta mucha comunicación y mucha educación para tratar de paliar este distanciamiento", reflexiona Jorge Castaño.

Todavía saliendo de "este mal sueño que algunos aún no pueden asumir que sea verdad", reconoce Yaiza Martín, Elisabeth García resume la situación actual del país. "Es probable que este terrible atentado reactive tensiones y es posible que los votos para Le Pen aumenten. Pero lo que está claro es que habrá un antes y un después del 7 de enero de 2015", sentencia.

"Partidos políticos y representantes religiosos se han unido por el respeto a los valores"