El sector crítico de la Hermandad de Jesús de Luz y Vida, en guerra abierta con el presidente, Jesús de la Concepción a raíz de la no admisión como jefe del paso por el elegido por los cargadores hace un par de años, ha enviado una carta al obispo, Gregorio Martínez Sacristán, en la que protestan por la intención del prelado de conceder un año de prórroga en el mandato presidencial de la cofradía. "Estamos asombrados y dolidos cuando nos enteramos que se quiere conceder una prórroga de un año, a todas luces inmerecida e innecesaria, al mandato del presidente de la Hermandad". Los díscolos acusan al presidente de "incumplimiento reiterativo de sus obligaciones estatutarias", por no asistir a determinados actos de culto, asambleas y transgresión de los estatutos de la cofradía. Destacan la supresión de la asamblea de 2014, "cobros de recibos que no se han producido, falta de avisos a determinados hermanos para impedirles el incumplimiento de sus obligaciones, falta de explicación de las cuentas anuales no aprobadas anteriormente o gastos innecesarios o caprichosos".

De la Concepción cumplió su mandato de cuatro años el pasado noviembre "y no se ha producido ni la convocatoria para la presentación de candidaturas, como exige el estatuto", ni justificación del retraso. Preguntan al obispo qué razones tiene para prorrogar el mandato del presidente por un año.

Los hermanos esgrimen que De la Concepción tiene pendiente la aprobación de las cuentas de 2012, ya que fueron rechazadas en la asamblea de 2013, última celebrada. Acusan al presidente de provocar el enfrentamiento con el encargado del paso y los cargadores y expulsar a un "numeroso grupo" de éstos "sin justificación, sin derecho de defensa, de forma arbitraria y sin ningún ánimo de arreglar el problema, enquistándose en una cerrazón que ni ellos saben explicar".

Los cargadores han presentado más de 40 reclamaciones e impugnado distintas actuaciones de la directiva de Luz y Vida y asambleas. Además "sin aprobación de la asamblea" el presidente encarga dos nuevas andas para el Cristo y la Corona, con nuevas faldillas y almohadillas, que provocan la denuncia de la familia del escultor "por maltrato a la imagen e incumplimiento del contrato establecido con él". Y "para evitar dar explicaciones, desconvoca la asamblea" de 2014, aún pendiente de realizar.

Los críticos achacan a la "actitud dictatorial" del presidente la, a su juicio, "merma" de asistencia a la procesión, una cifra "ridícula" de apenas 200 hermanos y de altas de la cofradía.

Por todo ello piden al obispo que no prorrogue el mandato al presidente.