"Obligar por decreto a los empresarios hosteleros a utilizar ciertos productos, atenta contra la libertad del profesional a escoger los que crean oportunos para la elaboración del menú o producto a ofrecer al cliente. En la propuesta de la Junta de Castilla y León, obligan al consumo de productos de "Tierra de Sabor" y contar con cuatro vinos de denominaciones de origen de Castilla y León, algo que también atenta contra la libre competencia de otros productos que no se acogen a esta marca institucional. Si monto un restaurante andaluz, ¿no puedo ofrecer íntegramente productos andaluces? ¿No puedo ofrecer exclusivamente vinos andaluces? Retiren este decreto porque no ayuda a la consolidación de puestos de trabajo y creación de nuevos negocios en esta Comunidad, imponiendo mas leyes aún de las que hay y obligaciones a los empresarios".

Así reza una de las alegaciones presentadas al proyecto de decreto por el que se regulan los Establecimientos de Restauración en la Comunidad de Castilla y León, expuesto durante todas las Navidades en el portal de Gobierno Abierto de la Junta. La gran mayoría de las 36 sugerencias que ciudadanos y profesionales han presentado al texto que regulará el sector de los bares y restaurantes dirigen sus críticas al mismo punto, con palabras más o menos gruesas, que hablan incluso de "aberchalismo castellano" o comparan las exigencias del decreto con las de Cataluña cuando determina que los letreros de los restaurantes deben estar en catalán.

La alegación con más votos, 86, dice que "es una vergüenza que impongan comercializar productos "Tierra de Sabor", intentando crear marca de algo donde hay dos identidades. Que cada territorio cree su propia marca "Tierra de Sabor" los castellanos y productos de León los leoneses. Harto de que nos queráis meter con calzador vuestro regionalismo patético".

Otra de las propuestas más votadas, con 43 apoyos es igualmente dura contra la imposición de determinados productos para los restaurantes de más categoría. "Este decreto atenta contra toda libertad de elección del gremio de hostelería, es propio de la misma Inquisición, y un genocidio a los restaurantes temáticos de todo tipo. No se puede fomentar perjudicando, y así se perjudica gravemente, con competencia desleal, a otras denominaciones de origen no adheridas a la marca (...). Esta iniciativa parece un ataque empresarial directo subvencionado por la Junta".

Otra alegación incide en que "el dinero público no está para decir a las empresas privadas lo que deben vender a sus clientes. Estáis alterando la libertad de mercado y propiciando la competencia desleal. Algún día alguien tendrá que dar cuenta de todo esto y espero que caiga sobre los responsables el peso de la justicia".

Desde la "Asociación Gastronómica Región Leonesa para el buen yantar" también se muestran en desacuerdo "en que se obligue a ningún restaurante a poner productos de "Tierra de Sabor" o cualquier otra marca en concreto. Esta política resulta rayana con el chantaje y más propia de economías intervenidas que de espacios económicos europeos de libre mercado. Cada empresario debe decidir qué marcas y productos pone en su negocio sin que ninguna administración le imponga ninguna marca concreta". Esta alegación es otra de las principales, ya que suma una veintena de apoyos.