La crisis económica ha hecho que un número muy mermado de trabajadores se vea obligado a mantener sobre sus hombros -vía impuestos- el coste de las prestaciones sociales, pensiones o mantenimiento de los servicios públicos, algo a lo que hay que añadir el peso económico de sus propias familias. Hoy por hoy, en Zamora, son los 51.000 trabajadores del sector privado los que mantienen, de una u otra forma, al resto de la población. Si se tiene en cuenta que Zamora tiene una población aproximada de 185.000 personas, cada trabajador "mantiene" con su sueldo a tres personas además de a él mismo.

Hay que tener en cuenta que un número importante de estas personas son funcionarios, zamoranos que obviamente no son "mantenidos" pero que reciben su sueldo gracias a los impuestos que pagan las empresas privadas y sus trabajadores -aunque los empleados públicos también sufran retención en su nómina, como todos los asalariados-. De los 62.400 trabajadores ocupados de Zamora, 11.300 cobran de las administraciones. Unos 33.300 están empleados en empresas privadas y el resto son autónomos o empresarios.

Las retenciones e impuestos que pagan los trabajadores -en este caso no hay distinción entre públicos y privados aunque el sueldo de los primeros salga directamente de los segundos- sirven también para mantener a buena parte de la sociedad zamorana. El grueso más importante son sin duda los pensionistas, 50.788 según los últimos datos distribuidos por el Instituto Nacional de la Seguridad Social. Son casi un tercio de la población total de Zamora, algo que convierte al INSS en la "principal empresa" de la provincia si tenemos en cuenta el número de personas que reciben sus ingresos directamente de ella.

Después, en orden de importancia por cantidad de beneficiarios, se encuentran los parados. De los desempleados que actualmente tiene Zamora -18.048 según los datos de los Servicios Públicos de Empleo y 22.800 a fecha de primero de octubre según la EPA-, 7.811 cobran algún tipo de prestación. Hay ya más perceptores de subsidio que de prestación por desempleo, 3.671 frente a 3.277, algo que refleja lo delicado del mercado laboral pese a los buenos datos registrados en 2014. Este hecho indica que muchos perceptores de prestaciones llevan ya varios meses en las listas del Ecyl, algo que ha hecho que pierdan el derecho a cobrar el tradicional "paro" y obtengan ingresos por otra vía.

A estas personas, que cobran directamente de las administraciones, hay que sumar otras que se mantienen gracias a los sueldos de los trabajadores. Se trata fundamentalmente de jóvenes que se encuentran en edad escolar, sustentados por sus familias. No obstante, el número de parados sin prestación también tiene una importante incidencia en este colectivo.