"La llegada de mi hija supone un gran regalo de los Reyes Magos"

El bebé ha llegado muy puntual, dado que los especialistas estimaban que el alumbramiento se produciría sobre el 1 de enero. "Ha sido la fecha que salía de cuentas, igual que su hermano Mario, de dos años y medio", argumenta la zamorana Blanca Tamarit Pedrero, quien notó los primeros síntomas del parto alrededor de las 21.00 horas de la jornada de Nochevieja. "Esperamos hasta las 22.30 horas para venir al hospital y a las 02.30 horas ya había nacido con 3,080 kilos y 49 centímetros", atestigua esta mujer que agradece al equipo que la asistió "el magnífico trato dispensado".

Pese a la inminente llegada de la niña tanto el matrimonio como el equipo sanitario tomaron las uvas. "Pudimos porque hasta cerca de la una de la madrugada no entré en el paritorio", explica la madre sin dejar de mirar a la pequeña que tiene en brazos una tía, mientras que las dos abuelas intentan sacar parecido a la recién nacida. Una fotografía del hermano con escasas horas hace que la conversación derive hacia el mayor. "Es clavada a Marcos, que nació morenito como ella", sentencia una de las abuelas.

"La llegada de mi hija ha sido un gran regalo de Reyes Magos", comenta la progenitora, de 35 años y cocinera de profesión, aunque actualmente no tiene empleo, mientras que el padre es aparejador y tiene 36 años.

La pareja dejará el momento de que Marcos conozca a su hermanita "ya para casa porque está todavía algo malito", detalla Blanca Tamarit, quien las pasadas jornadas tuvo que permanecer en la planta de Pediatría con su primogénito a quien dieron el alta la mañana de Nochevieja. Horas más tarde esta zamorana regresaría pero por el alumbramiento de la pequeña Diana.