Después de varios años de subida de impuestos, en especial, durante los ejercicios 2012 y 2013, los temidos tributos y tasas darán un respiro a los bolsillos de los zamoranos. Un balón de oxígeno fácil de relacionar con un nuevo año marcado por las elecciones municipales, autonómicas y generales, motivo de peso para tener cuidado a la hora de subir la mano en materia tributaria.

La modificación de las ordenanzas fiscales municipales ya auguraba para este año una congelación -ligera reducción en algunos casos- de los tributos que afectan a más ciudadanos como son el Impuesto de Bienes Inmuebles y la Tasa de Recogida de Residuos Sólidos Urbanos, es decir, la basura. Las modificaciones planteadas suponen reducir el tipo de gravamen del IBI del 0,60 al 0,57, que evitará que los propietarios sufran el efecto de la revisión que el Catastro que se aplica desde 2011 de forma progresiva.

Junto a la reducción del gravamen del IBI, que repercutirá en que los vecinos paguen lo mismo e incluso algo menos por su Impuesto de Bienes Inmuebles Urbanos, el Ayuntamiento reduce a la mitad la tasa de basura, pero solo en garajes y trasteros, que pasará de los 15 euros a los 7,5 que pasarán a pagarse este año. Por el contrario, la tasa de basura principal, es decir, la vinculada a la vivienda, se mantiene en 60 euros al año, con la diferencia de que en este ejercicio se elimina el pago fraccionado en dos giros. Pasará a cobrarse en uno único pago en el mes fijado por el calendario del contribuyente. Quien quiera fraccionar su pago, podrá hacerlo, pero dividido en diez abonos mes a mes, novedad de este año.

Los servicios básicos se unen a esa senda bajista. El recibo de la luz, cuya factura cayó un 4,9% en 2014, sigue a la baja. El gas natural recibe 2015 con un descenso del 3,3% y la bombona de butano se revisará hasta abrir. Los carburantes deberán seguir reflejando la caída en picado del precio del crudo y la telefonía seguirá también a la baja gracias a los paquetes convergentes.

La vivienda también ofrecerá un respiro y, en el caso de los que pagan hipoteca, ésta llegará a abaratarse hasta niveles mínimos históricos y con nuevas rebajas que alcanzarán el 0,15 % a lo largo de este año. En este sentido, para los que quieran comprar un piso, la situación seguirá siendo favorable porque continuarán bajando los precios, aunque en menor medida que en años anteriores, según las previsiones.

El pago municipal que abrirá la veda este año será el de vehículos de tracción mecánica, que se cargará en cuenta el 26 de marzo en el caso de los domiciliados. El inicio del periodo voluntario empieza el 2 de marzo y termina el 4 de mayo, casi un mes antes que el ejercicio en curso. A partir de ese momento, no habrá ningún pago hasta más de dos meses después, el 2 de junio, cuando se girará la basura. En lo que respecta al IBI, el de mayor peso económico, no se cargará en cuenta hasta el 13 de julio, de ahí que los grupos de la oposición hayan criticado que se demore su cobro "por motivos electoralistas".

Por el contrario, otras tasas pendientes experimentarán ligeros aumentos -o actualizaciones, como el Gobierno municipal prefiere denominar- aplicables al autobús urbano, al menos según el convenio, y a otros servicios caducados que sufrirán subidas una vez salgan a contratación, como la zona azul.

Ya a finales del antiguo 2014 la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, anunció un incremento de las bonificaciones fiscales destinadas a crear empleo, con la extensión de éstas a otros tributos como el IBI. En este sentido, un empresario que incremente su plantilla o inicie su actividad en Zamora podrá beneficiarse de reducciones de hasta el 50% en función del número de trabajadores.

El Ejecutivo de Rajoy también se ha apuntado a la política de reducciones con una reforma del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que va a aminorar las retenciones de la mayor parte de los asalariados. También se aplica este año una rebaja de dos puntos en el Impuesto sobre Sociedades que puede llegar al 20% en el caso de las pymes, lo que redundará de manera indirecta en beneficio del consumidor, ya que las empresas suelen trasladar esa reducción a sus precios.

Mientras tanto, los ahorradores tendrán cada vez menos beneficios. Aparcar el dinero sobrante en un depósito a plazo fijo tendrá rentabilidades mínimas, por debajo del 1%. La deuda pública aún ofrece menos ya que las letras del Tesoro a un año rondan el 0,3% de interés. Así, los más arriesgados deberán acudir a la bolsa o a los fondos de inversión mixtos o de renta variable.

Las tasas aeroportuarias se congelarán a partir de marzo y se prorrogan las bonificaciones para las compañías que aumentan el tráfico o crean nuevas rutas. Por el contrario, suben un 10,5% los sellos, un incremento histórico.