-¿Cuánto tiene de autobiográfica su novela?

-Me gustaría aclarar que Daniel Salas no es Miguel Ángel Matilla, ni lo que a él le sucede me ha pasado a mí, ni los otros personajes están basados en la vida de gente real. Simplemente soy muy observador, tal vez venga de ahí mi vocación periodística, y me he inspirado en distintas experiencias y posibilidades que he conocido en algún momento de mi vida, más ajenas que propias.

-El hecho de que la acción transcurra en México y España, ¿tiene alguna significación especial?

-La mayor parte transcurre en España, pero es cierto que México juega un papel fundamental en la historia. Es el país en el que vivo, donde he decidido pasar los mejores años de mi vida, y el lugar que me ha hecho crecer personalmente hasta un punto que un tiempo atrás ni me habría imaginado. Me resulta imposible negarle cierto misticismo a todo lo que tiene que ver con México, por eso sus escenarios y cultura me parecen una fuente inagotable de inspiración.