"Una madrugada de diciembre de 1956 todo cambió para la familia Martínez. El patriarca, el líder de la saga familiar, la persona que había marcado el camino se había ido". Así inició el periodista José María Sadia su intervención en las jornadas técnicas organizadas por la Generalitat de Cataluña en el Palau Moja para ayudar a esclarecer la historia completa del claustro impulsado por el anticuario Ignacio Martínez. A continuación, ante miembros del Instituto del Patrimonio Cultural de España, historiadores y participantes en el congreso, el redactor de "LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA" trazó la historia completa de la saga de los Martínez, desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX. El relato, elogiado por el catedrático Eduard Carbonell -que ha dirigido el último trabajo de investigación de la Consellería de Cultura-, narró detalles de las familias Martínez y Ortiz y ayudó a entender las motivaciones de los principales actores de este complejo caso. Anteayer, la Generalitat concluyó que "no hay elementos medievales" en las arcadas que hoy se erigen en el claustro Mas del Vent de Palamós.

Así, el periodista, que publicará una biografía sobre la familia, recopiló los principales datos de los artículos ofrecidos en este diario sobre Fernando Martínez Pardo, quien vendió al Museo Metropolitano de Nueva York el Relieve del León de San Leonardo, como "iniciador" de la saga de anticuarios para establecer el nacimiento de Ignacio Martínez en 1888 en Zamora. El promotor del claustro de Ciudad Lineal (después de Palamós) lideró la familia al morir su padre y, rebasada la treintena, decidió "dar la batalla" en Madrid.

Aquí, el investigador de LA OPINIÓN apuntó a la clave de la posible financiación del claustro en Madrid: la herencia recibida de la marquesa Águeda de Martorell. "Propiedades, joyas y dinero", enfatizó el periodista.

Así, el relato fue avanzando sobre la peripecia del anticuario zamorano y la frustración de la operación con el estallido de la Guerra Civil. "En un momento entre los años 1936 y 1939 que hoy no podemos asegurar, Ignacio Martínez y su familia huyeron a Barcelona, donde el patriarca fue encarcelado y torturado", apuntó el informador. José María Sadia se preguntó "si alguna vez Ignacio habría vuelto a Madrid para reclamar sus propiedades". Hace poco, "hemos podido comprobar que lo hizo en, al menos, una ocasión. Cuando llegó, recibió una dura respuesta: Don Ignacio, todo lo suyo está repartido. Quédese en Barcelona y nadie lo molestará. Si no lo hace, ya sabe. Así están las cosas", reveló el periodista gracias a un nuevo testimonio familiar. Es decir, que el franquismo requisó los bienes a Ignacio para, finalmente, entregarlos a la orden religiosa establecida en la parcela contigua de Ciudad Lineal y al popular anticuario, cercano al régimen, Eutiquiano García Calles, quien vendería el claustro al millonario alemán Hans Engelhorn en 1958.

Asimismo, el ponente en las Jornadas en torno al claustro de Mas del Vent, que se celebraron en el palacio junto a La Rambla, narró algunos episodios de la última parte de la vida de Ignacio, como su establecimiento en la Ciudad Condal en los años cuarenta y la apertura de un taller de antigüedades y artesanía en la calle Santo Domingo del Call. Martínez, narró el periodista, "acabó viviendo en una casa de Santa Coloma de Gramenet, en la que había comenzado a veranear". El informador advirtió en el cierre de su intervención que "hoy la familia Martínez nos pide que recordemos a Ignacio, a su padre Fernando y a su hijo Federico como reconocidos anticuarios y restauradores de la España de la época. Motivos hay para ello", aseveró.

El moderador del debate, el director del Instituto Catalán de Investigación del Patrimonio, Joaquim Nadal, destacó de la ponencia del periodista de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA la "documentación" y el "lenguaje literario" empleado durante la intervención, la tercera de la mañana.

Antes había iniciado la segunda de las jornadas técnicas su director, Eduard Carbonell, seguido de la profesora de la Universidad de Valladolid, María José Martínez Ruiz, quien trazó el panorama de la venta de bienes artísticos en la España de principios del siglo XX.

Al redactor de LA OPINIÓN-EL CORREO le siguió Isabel Argerich, conservadora de fotografía histórica del Instituto del Patrimonio Cultural de España, y Alex Masalles, conservador y restaurador del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). El catedrático Carbonell, Joaquín Nadal y el director de Archivos, Bibliotecas, Museos y Patrimonio, Joan Pluma, pusieron el cierre a las jornadas y, con ello, al informe definitivo sobre el claustro de Palamós.